(Observatorio de Bioética) Algunos medios de comunicación apoyan esta petición que ellos adjetivan como «muerte digna». Al respecto, queremos pronunciarnos en los siguientes términos:
1. Según fuentes debidamente contrastadas, la niña no requiere en este momento soporte mecánico para mantenerse con vida.
2. La razón que se aduce sobre que una trombopenia sería motivo para retirar estos medios, carece de cualquier fundamentación médica. La trombopenia puede constituir un riesgo vital, pero en sí misma no es una causa de muerte.
3. Retirar la alimentación e hidratación a cualquier persona en estas circunstancias médicas, carece de cualquier justificación ética, como ha especificado el Servicio de Pediatría del Hospital de Santiago.
4. La niña no está sometida a terapéuticas extraordinarias que pudieran calificarse como «ensañamiento terapéutico».
5. Proponer quitarle a la niña la hidratación y la alimentación, sobre todo la primera, conllevaría sufrimientos intolerables para la paciente.
6. Dejar morir a un enfermo de hambre y de sed no puede de ninguna forma calificarse como una muerte digna.
7. Utilizar este caso, por determinadas instancias políticas, para promover acciones favorables a la legalización de la eutanasia, como ha hecho esta mañana Pedro Sanchez, Secretario General del Partido Socialista de España, nos parece una manipulación intolerable tanto desde el punto de vista político, como médico, sociológico y ético.
Observatorio de Bioética
Universidad Católica de Valencia