(Protestante Digital) Solamente la semana después del tiroteo se produjeron hasta cinco siniestros en diferentes iglesias que comparten dos características básicas: los inmuebles están situados en localidades de los estados del sur y pertenecen a la comunidad afroamericana.
El último incendio se produjo antenoche en la iglesia Mount Zion, del municipio de Greeleyville, a 120 kilómetros de Charleston. Aunque en este caso las autoridades encargadas de la investigación descartan que el fuego fuese provocado, aseguran que seguirán adelante con la investigación. Por su parte, el grupo a favor de los derechos civiles Southern Poverty Law Center asegura que «quizás no se trata de una coincidencia».
La iglesia de Mount Zion ya había sido quemada en 1995, cuando dos jóvenes vinculados Ku Klux Klan la incendiaron. El siniestro se enmarcó en un contexto de quema de iglesias afroamericanas en los estados del sur que dañó hasta treinta inmuebles. El presidente de entonces de Estados Unidos, Bill Clinton, visitó el edificio e hizo un llamamiento nacional contra el racismo.
La reciente oleada de incendios en iglesias afroamericanos de estados del sur no ha provocado ninguna víctima ni heridos, pero sí daños materiales sobre las comunidades. «Todo se ha perdido, libros, ropas, todas mis fotografías, la historia», declara el reverendo Bobby Jean Jones.
Otro ejemplo es el de la iglesia The Greater Miracle Temple Apostolic Holiness Church, en Tallahassee (Florida) que ha sufrido daños por valor de 700.000 dólares, según el portavoz del Departamento de Bomberos de la ciudad.
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