(RV/InfoCatólica) El Papa Francisco en su homilía recordó que Jesús nos ama sin límites. «El amor de Jesús siempre es más, siempre es más, no se cansa de amar a ninguno. Ama a todos nosotros, hasta el punto de dar la vida por nosotros». E insiste: «a cada uno, con nombres y apellidos», «y no defrauda jamás, porque no se cansa de amar, no se cansa de perdonar, no se cansa de abrazarnos», agregó.
Antes de empezar con el rito del lavatorio de los pies, el Papa explicó a los presentes cuál es su origen, y recordó que antiguamente la gente cuando llegaba a una casa tenía los pies sucios del polvo del camino, ya que antes las calles no estaban adoquinadas, y se los lavaban a la entrada de las casas. Pero esto no lo hacía todos, «lo hacían los esclavos», explica. «Y Jesús lava, como esclavo, nuestros pies, los pies de los discípulos». Así, explica «es tanto el amor de Jesús que se ha hecho esclavo para servirnos, para curarnos, para limpiarnos».
«En nuestro corazón tenemos que tener la certeza, tenemos que estar seguros de que el Señor, cuando nos lava los pies, nos lava todo, nos purifica, nos hace sentir otra vez su amor». El Papa termina su homilía diciendo que hoy lava los pies a doce presos, pero en estos doce están todos, todos, «todos aquellos que viven aquí» y añadió que él también tiene necesidad de ser lavado por el Señor, así pidió a los presentes que rezaran para que el Señor lave sus suciedades.