(Aleteia/InfoCatólica) A las 18 horas de Roma, comparecían públicamente desde sus respectivas sedes ambos mandatarios: Obama desde la Casa Blanca y Raúl Castro desde La Habana, para anunciar la liberación, por parte de Cuba, de Alan Gross, contratista detenido en la isla desde hace cinco años, y de otra persona cuyo nombre no se ha revelado, y de tres supuestos espías cubanos detenidos en Florida.
Al mismo tiempo, aunque no ha anunciado directamente el fin del embargo, Obama ha afirmado que ambos países van a normalizar relaciones.
Ambos mandatarios reconocían el papel que el Papa Francisco ha tenido personalmente en el curso de las conversaciones. El Papa Francisco me llamó a mí y a Castro para que avanzáramos en el caso de Allan, para que diéramos pasos en la resolución del conflicto, afirmaba Barack Obama.
Al mismo tiempo, la Santa Sede sacaba un comunicado en el que expresaba la viva complacencia del Papa por la histórica decisión de los Gobiernos de Estados Unidos y de Cuba de establecer relaciones diplomáticas, con el fin de superar, en el interés de sus respectivos ciudadanos, las dificultades que han marcado la historia reciente.
El comunicado afirma que el Papa escribió a ambos presidentes para invitarles a resolver cuestiones humanitarias de interés común, entre ellas la situación de algunos detenidos, con el fin de comenzar una nueva fase en las relaciones entre ambas partes. El pasado mes de octubre, dos delegaciones de ambos países se reunían en el Vaticano para buscar soluciones, que han culminado con la declaración de hoy.