(Luis F. Pérez/InfoCatólica) El obispo aragonés recuerda que «la luz de la razón es suficiente para reconocer el valor inviolable de cualquier vida humana. La vida es siempre un bien, un bien original, diverso, con valor incomparable» y «por ello, la eliminación directa y voluntaria de un ser humano inocente es siempre gravemente inmoral».
Tarea de los cristianos
Mons. Ruiz Martorell asegura que «a los cristianos nos corresponde la histórica tarea de ser anunciadores incansables del Evangelio de la vida, para ser verdaderamente un pueblo al servicio de la vida, con constancia y valentía».
Tras exhortar que se trabaje por una nueva cultura de la vida, señala que «a la formación de la conciencia se une la labor educativa, es decir, educar en el valor de la vida comenzando por sus mismas raíces. El cambio cultural exige la decisión de asumir un nuevo estilo de vida que nos haga pasar de la indiferencia al interés por el otro y del rechazo a su acogida».
Sí a la vida (texto completo)