(AICA/InfoCatólica) El Patriarca caldeo y presidente de la Conferencia Episcopal iraquí, Louis Raphael I Sako, visitó los campos de refugiados en Erbil y Dohok, y dijo que la situación que vio y oyó va «más allá de cualquier febril imaginación». Monseñor Sako recuerda que desde el 6 de agosto aún no se han encontrado «soluciones concretas» a la «crisis», pero continúa sin cesar, «el flujo de dinero, armas y combatientes» para el Estado islámico.
El Patriarca caldeo, señala AsiaNews, no escatimó críticas también a la comunidad musulmana, cuyas declaraciones acerca de los gestos «bárbaros» de la milicia del Estado Islámico, perpetrado en nombre de su propia religión, no garantiza el respeto y la defensa de la dignidad de cristianos.
«El fundamentalismo religioso -advirtió el Patriarca- sigue creciendo en fuerza y poder, lo que resulta en tragedias, mientras que nosotros, los cristianos, le pedimos a los líderes musulmanes e intelectuales musulmanes que comprendieron la gravedad del problema que promuevan una cultura de encuentro y respeto, que considere a «todos los ciudadanos con igualdad de derechos»-
A la vista de los acontecimientos «terribles y horribles», llama a la acción concreta a nivel internacional para salvar a los cristianos y yazidis, «piezas originales» de la sociedad iraquí en peligro de desaparecer. El silencio y la pasividad «alentarán a los fundamentalistas de Isis a cometer nuevas tragedias», advierte el Patriarca caldeo, y la pregunta es «¿Quién será el próximo?».
Por último, el Patriarca se refiere al fuerte testimonio de fe de los cristianos iraquíes, y a una «verdadera comunión con la Iglesia universal», que experimentaron con la visita del enviado personal del papa Francisco y de los Patriarcas.
«Respetamos las razones de los que quieren emigrar -termina monseñor Sako- pero para aquellos que desean permanecer, queremos recordar las raíces plantadas en esta tierra y nuestra larga historia. Dios tiene su plan para nuestra presencia en este mundo y nos invita a portar el mensaje de amor, la fraternidad, la dignidad y la convivencia armónica».
La persecución continua contra cristianos, no excluye ni a los niños
La dramática situación de los cristianos es confirmada por fuentes del Patriarcado Caldeo, que hablan de «persecución continua» de los militantes contra los cristianos civiles desarmados, incluidos niños.
En Baghdida, una de las ciudades de la llanura de Nínive, elementos de EI (Isis) se apoderó de Ebada Khader, una niña de sólo tres años, «literalmente arrancada de los brazos de la familia» Los milicianos han secuestrado a la niña y obligado a la familia a salir de la casa, empujándola en dirección al puesto de control de Khazar.
Fuentes cristianas en la ciudad de Bashiqa, una de las ciudades del norte de Mosul, dicen haber encontrado en el lugar los cuerpos de dos hombres cristianos, que murieron de hambre y desnutrición en su casa. Son Georgis David y su hijo Saad, y, según testigos locales, sería dos personas sordomudas que no querían salir de la ciudad durante tres semanas en manos de yihadistas