(El Heraldo de Chiapas/InfoCatólica) El obispo informó que en el próximo domingo, en San Cristóbal celebrarán el día del seminario, así como en otras parroquias del estado y la república mexicana.
Mons. Arizmendi explicó que en su seminario diocesano, el curso 2013-2014 empezó con 66 seminaristas, de los cuales ocho están en el Menor y 58 en el Mayor (19 en el Introductorio, 20 en Filosofía y 19 en Teología).
«De los 66, 4 son de Tabasco (de Paraíso, Cupilco y Comalcalco) y 62 chiapanecos: 56 originarios de la diócesis y 6 procedentes de la arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez (de Bochil, Chapultenango, Villaflores y Totolapa)», explicó.
Amplia presencia de indígenas
El obispo adelantó que el próximo «martes santo», ordenarán a cinco nuevos diáconos que acabarán siendo sacerdotes, entre ellos dos tsotsiles, un tseltal y a dos mestizos.
Detalló que del total de alumnos, 32 son indígenas, entre ellos 16 tsotsiles, 8 choles, 6 tseltales, 1 totik y 1 zoque, que proceden de 25 parroquias de la diócesis: El Bosque (5), Comalapa (6), Yajalón (2), Tila (4), Venustiano Carranza (5), San Andrés Larráinzar (4), Oxchuc (2), San Francisco (2), Chenalhó (2), Sabanilla (2) y Chilón-Bachajón (3), Simojovel (3), Teopisca (2).
Así como un alumno por cada una de las parroquias de Palenque, José y María, La Asunción en Comitán, Soyatitán, Independencia, Amatán, Chicomuselo, Las Rosas, Salto de Agua, Socoltenango, Nuevo San Juan Chamula; y en San Cristóbal San Ramón y Guadalupe.
Pedir a Dios más sacerdotes
«Seguimos pidiendo a Dios que nos mande más sacerdotes, necesitamos presbíteros nativos de aquí para que puedan atender en su propia cultura», amplió.
Mons. Arizmendi dejó ver que al igual que las peticiones también se pida para el sostenimiento del Seminario, que tiene un gasto mensual de setenta y un mil pesos.
«Junto con las reparaciones, con las pequeñas ayudas que se les da a los maestros, con los gastos normales, tenemos un egreso ordinario anual de un millón doscientos mil pesos, esto nos significa un esfuerzo muy grande», señaló.
El prelado señaló que a los 66 seminaristas, que son de familias pobres y sencillas, campesinos e indígenas, «se les pide en torno a 500 pesos mensuales como colegiatura, pero la gran mayoría no lo puede dar, no dependemos de que nos paguen, el seminario no es un negocio, es un servicio».
El obispo aseguró que hacen falta más diáconos, catequistas, servidores de todas índoles: «Contamos en la actualidad 98 sacerdotes, próximamente cinco nuevos diáconos, con ellos serán siete diáconos transitorios. Tenemos 53 parroquias y dos millones treinta y una mil personas que atender en la diócesis».