(EP) «Al contrario de nuestras grandes fiestas (Pascua y Navidad), en Halloween no hay Misa de Halloween en la medianoche. No hay mensaje papal disfrazado de Pokemon; tampoco está lleno de buenos sentimientos. No se celebra el amor y la paz. ¡Se asusta, se da miedo, eso es todo!», ha manifestado el arzobispo.
En esta celebración, según afirma Rodríguez, «no hay regalos que ofrecer», no existe «sacrificio, sermón o misa» y se busca «alejarse de la religión y de la fe». «Da lo mismo ser ateo que creyente para celebrarla. No hay Dios; hay justamente muertos. Una mascarada. Tal vez, como fiesta laica, pidan algunos que sea fiesta», ha asegurado.
Luz, alegría y esperanza
Por el contrario, ha defendido que los cristianos celebran la «deslumbrante» fiesta de Todos los Santos y la Conmemoración de todos los fieles difuntos, en las que «desborda la luz, la alegría y la esperanza» y ha asegurado que en este día se conmemora «que innumerables hombres y mujeres han entrado en una vía de salvación y sentido de la vida».
Mons. Braulio Rodríguez ha señalado que «Cristo hablaba de salvación, pero también de condenación», por lo que «no se puede silenciar esto último porque hoy no sea correcto para los asustadizos». «En esta vida temporal nos estamos jugando la vida eterna, que puede ser salvación o condenación. Cosa que nuestra sociedad y cultura silencia, porque es de mal gusto. Cristo es el que salva. Esa es la verdad ilusionante y esperanzadora», ha afirmado.
Asimismo, ha sugerido que en este día, los fieles pidan «la intercesión de todos los Santos», oren y ofrezcan «sufragios por aquellos que nos han precedido en la fe, sobre todo los familiares difuntos más cercanos a nosotros».