(Fides) «La corrupción afecta a toda la comunidad. Cuando los sobornos se convierten en algo habitual en la vida de los empleados públicos, empresarios o personal de la iglesia, estos dejan de lado el respeto de sus obligaciones para tratar de ganar dinero para sí mismos», continúa el documento que describe cómo la corrupción conduce al cinismo extendido por la falta de confianza mutua que genera en la sociedad.
La mitad de la población ha pagado al menos un soborno
Los obispos recuerdan que, según las estadísticas, en el sur de África «aproximadamente la mitad de la población admite haber pagado un soborno, en gran parte a policías y empleados del gobierno». «Esto significa que el reto de erradicar este mal está dirigido a todos nosotros», dice el documento. «Si vivís alguna experiencia de la corrupción, denunciarla» y además los obispos señalan que «la corrupción vive en el secreto y la oscuridad».
La SACBC se compromete a poner en marcha una campaña de información a través de su Departamento de Justicia y Paz para combatir el fenómeno.