(HO) El tribunal barcelonés consideró probado que la totalidad de los abortos perpetrados en los centros de Morín se llevaron a cabo con el consentimiento y petición expresa de las embarazadas, y en el caso de las menores, de su representante legal.
En relación al delito de falsedad, consideró este tribunal que no queda probado en el único documento oficial y que el resto de documentos se dan en el ámbito privado.
La Audiencia estimó que no había quedado probado que el grupo de empresarios médicos se constituyese para cometer delitos ni tuviese esta finalidad, por lo que quedaron absueltos también del delito de asociación ilícita.
La polémica sentencia provocó el asombro e indignación por el desentendimiento de los jueces con las víctimas: vidas humanas indefensas eliminadas con una violencia atroz. Más de veintidos mil ciudadanos firmaron la petición dirigida al ministro de Justicia: «Nunca más Morín, nunca más el aborto».