(Agencias/InfoCatólica) En 2011, cuando ya se acumulaban tres años consecutivos de caídas, la tasa era de 10,1 y, en 2008, de 11,3 nacidos por mil.
El INE atribuye esta bajada a distintos factores, entre los que destaca la «progresiva reducción» del número de mujeres en edad fértil, que cae desde 2009 porque se trata de generaciones menos numerosas, nacidas durante la crisis de natalidad de los años ochenta y principios de los noventa.
Otra causa es una menor fecundidad, pues el número medio de hijos por mujer se ha reducido de 1,44 en 2008 al 1,32 el año pasado. Este descenso entre 2011 y 2012 fue especialmente acusado entre las extranjeras, que pasaron de 1,58 a 1,54 hijos por mujer, mientras en las españolas casi no se notó de 1,29 a 1,28.
La encuesta refleja un nuevo aumento de la edad media de maternidad por cuarto año consecutivo hasta situarse en 32,1 años entre las españolas y en 28,9 entre las extranjeras. No obstante, de los 453.637 nacimientos que tuvieron lugar en 2012 en España, 86.945 fueron de madre extranjera, lo que supuso el 19,2% del total, frente al 19,5% que representaban el año anterior.
Seis autonomías pierden población
En paralelo, aumentaron las defunciones un 4,6%, el mayor incremento de la última década, que coloca a seis comunidades autónomas con un saldo vegetativo negativo. Se trata de Galicia, Castilla y León, Principado de Asturias, Aragón y Extremadura, que repiten, y Cantabria que se incorpora a las que pierden población.
El crecimiento vegetativo de la población residente en España (nacimientos de madre residente menos defunciones de residentes) se redujo un 42,9% en 2012 hasta situarse en 48.488 personas. Este saldo no se situaba por debajo de las 50.000 personas desde el año 2001.
El INE se refiere al incremento de fallecimientos como «evolución excepcional» y atribuye su origen a «un incremento coyuntural de las defunciones en los meses de febrero y marzo», en los que el número de decesos superó en un 29,2% y en un 13,6%, respectivamente, a los registrados en los mismos meses de 2011.
En consecuencia, la tasa bruta de mortalidad se situó en 8,6 defunciones por mil habitantes, frente a los 8,4 de 2011. La de mortalidad infantil se mantuvo en 3,1.
Menos esperanza de vida para las mujeres
La esperanza de vida de los ciudadanos al nacer se redujo «ligeramente» hasta los 82,2 años, pero solo bajó entre las mujeres, que pierden 0,2 años situando su esperanza de vida en 85, mientras la de los varones se mantiene en 79,3.
Según el INE, una persona que alcance los 65 años esperaría vivir, de media, 18,4 años más si es hombre y 22,4 más si es mujer.
El Movimiento Natural de Población recoge asimismo datos de nupcialidad y revela que el año pasado se incrementaron los matrimonios un 3,4% hasta los 168.835, lo que rompe la tendencia decreciente iniciada en el año 2005, empujada por un aumento del 8,7% en las bodas civiles.
Un 2,3% de las uniones celebradas fueron entre personas del mismo sexo y la tasa bruta de nupcialidad aumentó hasta 3,6 matrimonios por mil habitantes.
Asimismo, se mantuvo la tendencia al alza en la edad media de los esposos, que alcanzó el año pasado los 36,2 años para los varones y los 33 para las mujeres. Si se observan sólo los primeros matrimonios, las medias están en 33,8 y 31,6 años, respectivamente.
En un 17,8% de los enlaces celebrados entre heterosexuales al menos uno de los contrayentes era extranjero.