(Efe) El ministro ha señalado que actualmente invocando un daño psicológico para la mujer se tiene plena libertad de aborto, algo que a su juicio hay que regularizar.
Ruiz-Gallardón ha incidido en que hay que adecuar la legislación a la Convención de Naciones Unidas sobre protección de los derechos de personas con discapacidad. Y ha asegurado también que la nueva ley del aborto «resolverá las situaciones difíciles para la mujer» en caso de malformación del feto, pero cumpliendo los compromisos internacionales sobre los derechos de las personas de discapacidad.
El titular de Justicia ha asegurado que el ministerio está estudiando cuál tiene que ser la redacción adecuada de la normativa para que no vulnere la Convención de la ONU, por lo que ha eludido adelantar cuáles serán los supuestos en los que se podrá abortar.
Ayudas a las familias
Preguntado sobre qué ayudas recibirán las familias que tengan un niño con discapacidad, el ministro ha reconocido que el Gobierno «tiene que hacer un esfuerzo por la dependencia» y ha destacado que «no está dispuesto a disminuir, ni en época de crisis», las partidas presupuestarias destinadas a ese fin.
No obstante, ha advertido al PSOE de que «no vale defender los derechos de los discapacitados sin defender para éstos los mismos derechos que tienen todas las personas desde el momento mismo de la concepción».
Gallardón ha asegurado que el Gobierno tiene que cumplir sus compromisos y ser plenamente fiel a sus principios, al margen de la contestación mediática, y ha señalado que en estos momentos el apoyo a un sistema de plazos es mayoritario en España.
El titular de Justicia ha indicado que la modificación de la actual normativa del aborto estuvo presente en la campaña electoral y ha subrayado que el PP no modificó la ley de 1985 durante ocho años de Gobierno de José María Aznar.
Aunque esa ley «no satisfacía a nadie», según Gallardón, «significó un espacio de consenso en un tema difícil y doloroso», que el PSOE rompió después de 25 años al aprobar la ley de 2010. El ministro ha pedido no comparar el aborto con el divorcio, ya que se entra en la banalización de la interrupción voluntaria del embarazo. «Una situación tan dramática no debe ser comparada con otro tipo de situaciones».