(Fides) Pero entre la comunidad cristiana sigue circulando el miedo tras el asesinato, el pasado 17 de febrero, del sacerdote católico Evariste Mushi, de 55 años. El obispo de Zanzíbar, Mons. Agustín Shao, ha denunciado: «Está claro que estamos en la mira de los fundamentalistas islámicos»
El Prelado ha manifestado a «Ayuda a la Iglesia Necesitada» sus preocupaciones y la falta de confianza en el gobierno para la protección de las comunidades cristianas.
Sacerdotes y fieles siguen recibiendo advertencias y amenazas de los extremistas que firman como «Renovación musulmana», mientras que algunos observadores sugieren la existencia de un vínculo entre la violencia y el grupo militante «Al-Shabaab». «La religión es instrumentalizada con fines políticos», ha remarcado el Obispo anglicano emérito John Ramadhani, señalando que el islam y el cristianismo han coexistido en armonía en la isla durante más de un siglo.
Mientras tanto, los investigadores han detenido a nueve personas sospechosas de estar implicadas en el asesinato del padre Mushi, y la policía vigila varios «puntos sensibles» de la isla. Fuentes de Fides señalan que las autoridades civiles están tratando de minimizar lo ocurrido, por temor a que los rumores de la propagación del terrorismo puedan desalentar el turismo en la isla. Zanzíbar es una isla con una mayoría musulmana y se estima que los cristianos representan el 5% de la población.