(Agencias/InfoCatólica*) Benedicto XVI cumple hoy 82 años, tres días antes del cuarto aniversario de su Pontificado, que empezó el 19 de abril de 2005. El Papa celebrará su cumpleaños en la residencia pontificia de CastelGandolfo, cerca de Roma, adonde se ha retirado a descansar unos días, tras las festividades de la Semana Santa.
Desde hace días llegan al Vaticano mensajes de felicitación y ayer casi 40 mil fieles que asistieron a la audiencia pública en la plaza de San Pedro le desearon un feliz cumpleaños en diferentes idiomas. Además, no faltaron las canciones, como las "mañanitas", por parte de los mexicanos asistentes, y el "happy birthday", por los fieles de habla inglesa.
En una entrevista concedida a Radio Vaticano, el director de la sala de prensa de la Santa Sede, Federico Lombardi, recordó las principales etapas de este año, en el que el Papa ha viajado a cuatro continentes. La primera visita apostólica tuvo lugar hace justo un año y fue a Estados Unidos. De hecho, el Papa celebró su 81 cumpleaños en la Casa Blanca, acompañado del entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y su familia.
El segundo viaje fue el de este verano a Sydney con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud; el tercero a Francia, con ocasión del 150 aniversario de las apariciones de la Virgen de Lourdes (sur del país); y el cuarto, hace pocas semanas a África.
Lombardi también destacó la celebración del Sínodo de obispos, que tuvo lugar en el Vaticano el pasado mes de octubre y en el que 253 obispos y eclesiásticos de todo el mundo debatieron sobre el papel de la Palabra de Dios en la vida de la Iglesia. Entre las próximas citas del Pontífice, en cambio, resalta su visita a Tierra Santa, que tendrá lugar en mayo. Además de acudir a rezar, como "peregrino", la intención del Pontífice es hacer llegar su mensaje de "reconciliación, perdón y paz" a las poblaciones que viven en Oriente Medio, recordó Lombardi.
Federico Lombardi deseó a Benedicto XVI que pueda seguir ejerciendo durante muchos años su ministerio, que aseguró, ayuda a hombres y mujeres a encontrar a Dios. El portavoz vaticano consideró que uno de los "carismas más extraordinarios" de Benedicto XVI se pone de manifiesto todos los días, a través de la "profundidad" de sus discursos, homilías y catequesis, que permanecerán para la posteridad como "patrimonio del pueblo cristiano".