Concedido por la universidad católica Notre Dame

La concesión de un doctorado honorario a Obama provoca la protesta de veinticuatro obispos

Un cuarto de millón de firmas, numerosas asociaciones y 24 obispos piden a la prestigiosa Notre Dame University, regida por los clérigos de la orden de la Santa Cruz, que no conceda un doctorado honorario en Derecho al presidente Barack Obama. En una carta dirigida al centro educativo, recuerdan que tal premio sería una violación directa del mandato de la Conferencia Episcopal de 2004 sobre "Católicos en la vida política", que dice: "la comunidad y las instituciones católicas no deberían honrar a aquellos que desafían nuestros principios morales fundamentales, no deberían darles premios, honores ni plataformas que sugieran apoyo por sus acciones".

(Pablo J. Ginés/La Razón) La campaña de protesta, iniciada por la Asociación Cardenal Newman y estudiantes de Notre Dame, ha ido creciendo y a ella se han ido adheriendo obispos en un goteo constante. El obispo local, John D´Arcy (de la diócesis de South Bend, Indiana) anunció que en conciencia no podía acudir al acto de entrega, la inauguración del curso el 17 de mayo.

Uno de los últimos pastores en protestar, el arzobispo Beltran de Oklahoma City, ha sido rotundo: "el presidente Obama, de palabra y acción, ha aprobado el aborto y otras atrocidades contra la vida humana, por lo que no merece el reconocimiento de una institución católica". Las cartas de protesta lamentan que la universidad «ha escogido el prestigio por encima de los principios, la popularidad por encima de la moralidad». Y continuan: "cualesquiera que fuesen las cualidades admirables del presidente Obama, los honores se rinden a algunas de las acciones más anti-vida de cualquier presidente americano, incluyendo la financiación federal del aborto y la investigación con células madre de embriones con dinero del contribuyente".

La universidad ha preparado unos argumentarios en su defensa, recordando que también Bill Clinton fue invitado a hablar en el centro. Los detractarores responden que a Clinton no se le dio un doctorado honorario. Mientras tanto, cientos de estudiantes se congregaron a rezar para que la universidad cambie de parecer y se ha puesto en marcha la campaña "Cuarenta días de Santo Rosario", que empezó ayer, "para convertir el corazón del presidente Obama".

Los católicos se "desobamizan"

En las elecciones de 2008, Obama consiguió llevarse la mayoría del voto católico, por más de 9 puntos. Muchos católicos pensaban que podían votar Obama y seguir siendo "pro-vida", como les aseguraron diversos líderes demócratas. Pero en sus primeros meses el presidente se ha apresurado en rodearse de políticos "católicos" pro-aborto, financiar abortos en el Tercer Mundo y erosionar legalmente la objeción de conciencia de los médicos. Hillary Clinton, secretaria de Estado y protestante pro-aborto, estuvo la semana pasada en México, le puso velas y flores a la Virgen de Guadalupe (algo muy poco protestante) y acto seguido acudió a recibir premios de la filial local de la multinacional del aborto "Mary Stopes International".

La militancia abortista de este ejecutivo y la crisis se han visto reflejados en los índices de desaprobación. En una encuesta del Pew Research Center, se advierte que los norteamericanos descontentos con Obama han crecido en 9 puntos de febrero a marzo, que se convierten en 14 puntos entre los católicos y en un 41 por ciento de descontentos entre los católicos blancos no hispanos (antes eran un 20 por ciento). Eso no impide que la Notre Dame University siga insistiendo en traer a Obama a su campus, en desobediencia al arzobispo local, John D´Arcy, con excusas como que "el presidente inspirará a nuestros estudiantes para que sean ciudadanos activos". El centro recuerda que también acudirá la antigua embajadora en el Vaticano, la muy pro vida Mary Ann Glendon, como si una cosa compensase la otra.

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