(Libertad Digital) El Ejecutivo balear ha dado un paso más y ha radicalizado considerablemente su política lingüística en contra del castellano. Pocos son los sectores que se podrían salvar de la intervención del Gobierno del socialista Francesc Antich, que se ha puesto como objetivo la persecución del castellano y el acercamiento al catalanismo, cercano a lo llamado por los nacionalistas como "países catalanes".
De hecho, el fin real del plan presentado es evitar el bilingüismo. Según informa El Mundo, este plan se centra en una imposición del uso del catalán en la Sanidad, Justicia, empresas, deporte, religión, ocio, medios de comunicación y relaciones con el exterior. En total son 934 objetivos y 2.000 esperpénticas propuestas lingüísticas.
Para realizar tal medida pretenden desarrollar la Ley de Normalización Lingüística de 1986 pero en un contexto de "Països catalans" que acapare a toda la Administración central, autonómica, insular y local de Baleares. Por ejemplo, este plan prevé acciones tan útiles como que toda rotulación, las máquinas de café, los ordenadores y las páginas web no puedan estar en castellano. Incluso, los dominios deberán cambiar el tradicional .es por el .cat.
Entre sus objetivos está también el ámbito del deporte, por lo que obligarán a regular el uso del catalán en todos los acontecimientos deportivos mediante la creación de comisarios lingüísticos en clubes y federaciones. Además, entrenadores y monitores deberán acreditar conocimientos del catalán.
Ni siquiera la religión escapa de las pretensiones del Ejecutivo balear, formado por el PSOE y nacionalistas de distintos ámbitos. A pesar de que las confesiones religiosas son algo universal, exigirán a los Obispados de las Islas Baleares a que garanticen un mínimo de misas en catalán. También pretenden imponer la lengua cooficial "en cualquier tipo de actividad educativa de titularidad confesional, como la asignatura de religión, catequistas o escuelas de verano".