Advertencia contra el "sincretismo litúrgico"

El Papa pide que las alegres celebraciones religiosas africanas no distorsionen la liturgia

El Papa pidió hoy a los obispos y curas africanos que prediquen dando ejemplo, para que no haya diferencia entre lo que enseñan y como viven, que defiendan a las familias y se opongan al divorcio, y que las exuberantes y alegres celebraciones religiosas africanas no distorsionen la liturgia católica. Benedicto XVI hizo estas manifestaciones en el discurso que dirigió a los 30 obispos de la Conferencia Episcopal de Camerún, con los que se reunió en su segundo día de estancia en Yaundé y ante los que resaltó la importancia de la liturgia en las manifestaciones de la comunidad católica africana.

(Terra/InfoCatólica*) 'Estas celebraciones son festivas y alegres, pero es esencial que las mismas no sean un obstáculo, sino un medio, para entrar en diálogo y comunión con Dios', afirmó el Papa, que insistió en la necesidad de que las celebraciones sean 'dignas'.

Con esas palabras, el Papa teólogo expresó su preocupación por la rica religiosidad africana, que muchas veces incluye en las ceremonias ritos procedentes de la tradición tribal y los sobrepone a la liturgia católica.

En un país donde los católicos son el 26,7 por ciento de la población (unos cuatro millones), seguidos por los musulmanes, que son el 22 por ciento, y los cultos tradicionales, Benedicto XVI expresó asimismo su preocupación por la fuerte penetración de las sectas pentecostales procedentes de América, y la proliferación de los movimientos esotéricos y la religiosidad supersticiosa, advirtiendo, a la vez sobre el relativismo.

Ante esa situación, el Papa invitó a los prelados a impulsar la formación de los jóvenes y de los adultos, especialmente de los universitarios e intelectuales.

Si ayer el Papa Ratzinger volvió a condenar el aborto y defendió la vida de los aún no nacidos, hoy insistió en la defensa de la familia y reiteró la indisolubilidad del matrimonio.

'Las dificultades debidas al impacto de la modernidad y de la secularización con la sociedad tradicional obligan a preservar con determinación los valores tradicionales de la familia africana.

Tenéis que comprometeros a favorecer la dignidad y el papel del matrimonio, que exige amor indisoluble y estable', manifestó.

En Africa se encuentra el seminario con mayor número de aspirantes a sacerdotes, en Nigeria, y los aspirante a sacerdotes son muchos en todos los países, de ahí que exhortara a los obispos a una 'cuidadosa y severa' selección de candidatos al sacerdocio, para que no haya diferencia alguna 'entre lo que enseñan y como viven cada día' y asuman los compromisos adquiridos.

En un continente como es Africa donde no tener mujer e hijos está visto como una minusvalía, es difícil para muchos religiosos llevar una vida coherente con las normas de la Iglesia, de ahí que el Papa asegurara hoy que para el sacerdocio son necesarios 'hombres maduros y equilibrados, bien preparados'.

Aunque será durante su visita a Luanda, la segunda etapa del viaje, cuando mantenga un encuentro con las mujeres africanas, hoy el Pontífice resaltó la activa participación de las asociaciones femeninas en varios sectores de la Iglesia misionera, que resalta -dijo- la 'dignidad' de la mujer en la sociedad y en la vida eclesial.

Benedicto XVI volvió a referirse a la globalización y afirmó que la Iglesia sigue apostando por las personas más necesitadas y que la misión del obispo es ser el principal defensor de los derechos de los pobres y de promover la caridad.

'La Iglesia quiere despertar la esperanza en los corazones de los excluidos y tiene que contribuir a la construcción de un mundo más justo en el que cada uno viva más dignamente', subrayó.

En un país donde existen 250 etnias y en un continente ensangrentado durante años por conflictos étnicos, el Papa dijo que la Iglesia 'excluye' cualquier tipo de etnocentrismo y contribuye a la reconciliación y a la cooperación étnica.

Benedicto XVI celebrará hoy las vísperas de la festividad de San José, que es además su onomástica (se llama Joseph) en la basílica de María Reina de los Apóstoles, en el barrio de Mvolye, junto a los obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y representantes de otras iglesias cristianas.

En ese templo se espera que haga un nuevo llamamiento en aras de la unidad de los cristianos.

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