Testigos del Evangelio y la Resurrección de Cristo entre los pobres

Monseñor Martínez bendice el Monasterio de la Paz, de las Hermanitas del Cordero

El Arzobispo de Granada, D. Javier Martínez, bendijo ayer el Pequeño Monasterio de la Paz, de las Hermanitas del Cordero, que tienen una comunidad en Granada, y de cuya vocación al Señor dan testimonio a través de la atención a mendigos en las calles, a quienes cuidan y acompañan en medio de su indigencia. "Que el Señor os conceda a vosotras, a las que os vais a quedar y a toda la Comunidad del Cordero, ser un signo transparente de ese Amor, que es lo que más necesitamos los hombres", pidió el Arzobispo durante la Liturgia de la Palabra en el Pequeño Monasterio.

(Agencias/InfoCatólica*) Además de bendecir las discretas instalaciones de este monasterio -que se encuentra en la calle Paz, de Granada, y cuya construcción comenzó en noviembre de 2007-, Mons. Martínez presidió la Liturgia de la Palabra, a la que asistieron numerosos fieles y miembros de la Curia, que quisieron así acompañar a las religiosas en un momento tan importante para ellas.

Durante su intervención, el Arzobispo habló de la morada –"un concepto casi esencial a la vida humana"- y de la necesidad que tenemos de una casa, una familia y una patria: "Al final, descubrimos que la patria que buscamos se llama Dios, que la familia que buscamos se llama Dios, que el hogar que buscamos, nuestra verdadera casa, se llama Dios, o es el lugar donde uno puede compartir la vida con Dios. Y sin Dios no hay casa, ni familia, ni patria".

"Pero lo sorprendente es que, cuando encontramos a Dios, resulta que es Él quien nos busca a nosotros. La sorpresa es que nosotros Le buscamos a Él y Le descubrimos a Él buscándonos a nosotros. Nosotros buscamos a quien satisfaga nuestro corazón y descubrimos que, para Él, su satisfacción es estar junto a nosotros", continuó.

"Que el Señor os conceda a vosotras, a las que os vais a quedar y a toda la Comunidad del Cordero, ser un signo transparente de ese Amor, que es lo que más necesitamos los hombres", pidió D. Javier Martínez durante la Liturgia de la Palabra en el Pequeño Monasterio.

La Asociación Pública de Fieles, Comunidad del Cordero, Hermanitas de Santo Domingo, fundada por la Hermanita Marie Coqueray, fue erigida en Perpignan (Francia) por Mons. Jean Chabbert, Arzobispo-Obispo de Perpignan, el 6 de febrero de 1983, y sus Estatutos aprobados el 11 de febrero de 1987. Está reconocida como "un retoño que nace del tronco de la Orden de Predicadores”, por el Maestro General, Fray Vincente de Couesnongle. En el año 2002, Mons. Antonio Cañizares Llovera otorgó su consentimiento para que la comunidad de Hermanitas del Cordero se establecieran en Granada.

El instituto tiene, como misión en la Iglesia, ser testigo del Evangelio y de la Resurrección de Cristo, preferentemente entre los pobres, a los que les transmite el Amor de Dios. Su misión es orante y mendicante-itinerante, siguiendo el modelo franciscano y dominico. En el seguimiento de Jesús Pobre y Crucificado, tras los pasos de los Santos Padres Domingo de Guzmán y Francisco de Asís, las Hermanitas marchan a la búsqueda de "la oveja perdida". En España están en Barcelona, Valencia y Granada.

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