Primera mujer que ocupa un cargo de confianza en Coria-Cáceres

"Me parecería bien que las mujeres pudieran ser sacerdotes"

Catalina López (Mancha Real, Jaén, 1950) ha hecho historia. Se ha convertido en la primera mujer que ostenta un cargo de confianza dentro de la cúpula del Obispado de Coria-Cáceres. Monseñor Francisco Cerro, prelado de la Diócesis, le ha encargado la misión de coordinar las relaciones de la iglesia católica con las otras confesiones religiosas que conviven en la ciudad. Pero ella le resta importancia a la "hazaña". "Llevo la situación con normalidad", comenta desde la primera planta de la Casa Iglesia, el lugar donde se encuentra su despacho.

(María J. Torrejón/Hoy.es/InfoCatólica*) Pertenece a la congregación de Misioneras de Acción Parroquial. Reside en Casar de Cáceres, donde imparte clases de Religión en el instituto Vía de la Plata. Ha vivido en Chile y México, una experiencia inolvidable que le ha ayudado a relativizar «muchas cosas». Disfruta con la lectura y la música folclórica. Su canción preferida es 'Libre', de Nino Bravo.

- Es la primera vez que una mujer entra a formar parte del círculo más cercano del obispo. ¿Cómo lo lleva?

- Lo llevo con toda normalidad. El obispo me ha solicitado ese servicio y yo lo he aceptado.

- La mujer ha ganado terreno en todas las parcelas de la vida. Pero parece que la Iglesia se resiste, ¿no?

- La mujer siempre ha desempeñado un papel importante en la Iglesia desde la época de Jesucristo. La mujer fue la primera que se encontró con el Cristo resucitado, fue la primera que acompañó a Jesús en su misión, fue la primera que reconoció el perdón de Dios y aceptó el mensaje de Jesús. Es cierto que existe el debate sobre si las mujeres deberíamos ser o no sacerdotes, pero a mí todo esto me parece algo secundario. La realidad de la Iglesia viene marcada por su propia historia. Cristo eligió hombres pudiendo haber elegido mujeres.

- ¿Pero usted está a favor de que las mujeres estén en igualdad de condiciones y puedan convertirse en sacerdotes?

- Lo importante en la Iglesia no es la jerarquía, es el servicio. Me parecería bien que las mujeres pudieran ser sacerdotes pero no creo que haya que forzar la situación. Yo, personalmente, me siento feliz, contenta y orgullosa de ser mujer en la Iglesia. Me siento feliz con lo que hago y con lo que he hecho. Puede que haya llegado el momento en el que sea necesario un cambio. No lo sé. La Iglesia también avanza, lo que ocurre es que lo hace a un ritmo más lento dando respuesta a lo que el mundo y la sociedad va necesitando en cada momento.

- Pero la gente va cada vez menos a las iglesias porque no se siente identificada con el mensaje que lanzan desde Roma. ¿Qué falla?

- Hay muy mala información. No se conoce bien la realidad de la Iglesia. Parece que todo lo avanzado es bueno y que la Iglesia está en contra de todos los avances. Y eso no es cierto.

- Ha sido nombrada delegada de Relaciones Interconfesionales. ¿En qué consiste exactamente su labor?

- Por un lado, soy delegada de ecumenismo. Es decir, se trata de favorecer la unidad de todos los cristianos: los católicos, los ortodoxos, los luteranos, los anglicanos, los evangelistas... Y, por otro lado, vamos a intentar potenciar el diálogo interreligioso entre todas las religiones que convivimos en Cáceres: musulmanes, budistas... Nuestro objetivo es conocer a los otros grupos religiosos para que no vivamos de espaldas y ver en qué nos podemos complementar. El próximo día 20 vamos a celebrar la VII Marcha por la Paz. Hemos invitado a todos los grupos religiosos de la ciudad para que asistan.

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Doña Catalina, por Luis Fernando Pérez

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