Buscan la santidad ciudando al prójimo

La Justicia ratifica el carácter altruista de las Hermanas Reparadoras de El Escorial

Las Hermanas Reparadoras son mujeres seglares, con votos de castidad, pobreza y obediencia, que cuidan de enfermos y ancianos “de modo voluntario y con la finalidad religiosa de obtener la santidad mediante el cuidado del prójimo más necesitado”, según se desprende de la sentencia del Juzgado de los Social número 2 de Madrid. El juzgado considera probado que la Fundación Virgen de los Dolores, titular de los centros de cuidado de ancianos, no mantiene una relación salarial, contractual ni laboral con estas hermanas, y por lo tanto desestima la demanda de oficio que interpuso contra la fundación el Ministerio de Trabajo, a instancias de la “Asociación de Víctimas de las Apariciones del Escorial”.

(Pablo J. Ginés/La Razón) La asociación pedía que la fundación pagase sueldos y cotizaciones acumulados de muchos años. Se da la circunstancia de que esta misma demanda se cursó también en un juzgado de Soria. La sentencia de aquel tribunal, dictada en enero, declaraba que sí existía relación laboral entre las hermanas y la fundación.

Ahora, la sentencia de Madrid refuta todos los puntos de la sentencia de Soria: ni se prueba una relación laboral, ni se paga a las hermanas en especie. La fundación les da comida y alojamiento, pero eso no se considera de carácter contractual ni salarial. Tampoco hay ánimo de lucro, ya que las aportaciones de los ancianos (entre 600 y 700 euros mensuales) “no es propiamente un precio sino una contribución a los gastos generados por la permanencia de ancianos en la citada residencia”.

La Fundación Virgen de los Dolores mantiene cinco residencias para ancianos y enfermos: dos en El Escorial, una en el pueblo madrileño de Griñón, otra en Torralba (Soria) y una, en construcción, en Peñaranda de Duero (Burgos). La sentencia recoge el informe de la inspección de trabajo en el centro de Griñón y en El Escorial que reconoce que “se trata de entidades religiosas inscritas en los correpondientes registros administrativos, pero de naturaleza secular”.

La espiritualidad de las Reparadoras está ligadas a la devoción a la Virgen María mediante las supuestas apareciones en el Prado Nuevo de El Escorial. Recientemente, el cardenal arzobispo de Madrid autorizó una misa cada primer sábado de mes en el lugar de las apariciones. En el Estatuto de la Comunidad de Hermanas Reparadoras se especifica que su fin es “la propia santificación mediante el servicio a los necesitados, viendo en ellos a Cristo Redentor, viviendo los consejos evangélicos y dando a su vida sentido reparador”.

Ni estafas, ni coacciones, ni asociación ilícita

Las sentencias contrarias a la "Asociación de Víctimas de las Apariciones de El Escorial" se acumulan. El pasado 13 de noviembre la jueza Lourdes Platero sentenciaba que la Fundación Virgen de los Dolores era inocente de las acusaciones de estafa, coacción, asociación ilícita y detención ilegal y que la asociación denunciante "utiliza la vía judicial para resolver pretensiones ajenas al derecho penal y a cualquier otra rama del derecho". Poco después, también la sección 24 de la Audiencia Provincial de Madrid rechazó incapacitar a José Luis Bueno, devoto de la Asociación Pública de Fieles Virgen de los Dolores, y afirmaba que "la opción religiosa o de culto que ha optado el demandado" la tomaba de manera "libre, voluntaria, consciente y constitucional". El demandante era su hermano, Juan Carlos Bueno, presidente de la "Asociación de Víctimas". Muchos devotos de las apariciones de El Escorial forman parte de la Asociación Pública de Fieles Reparadores de Nuestra Señora de los Dolores, reconocida en 1994 por el cardenal de Madrid, Ángel Suquía. Tiene por finalidad "la santificación de sus miembros, haciendo vida comunitaria como los primeros cristianos".

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