"El drama de la eutanasia, no es sólo una cuestión moral: es también un problema de orden legal"

El obispo de Santander asegura que la eutanasia es siempre moralmente inaceptable

El Obispo de Santander, Monseñor Vicente Jiménez Zamora, ha destacado que la eutanasia, "cualquiera que sean los motivos y los medios, es moralmente inaceptable". Al tiempo ha subrayado que "el derecho a la vida es un derecho fundamental de carácter pre-político, en el que se basa todo el sistema de defensa y de tutela de los derechos humanos". En sus manifestaciones, el prelado aclara que "el drama de la eutanasia, no es sólo una cuestión moral; es también un problema de orden legal", al considerar que la aplicación de la eutanasia "vulnera un derecho fundamental: el derecho a vivir".

(Ep) El Obispo de Santander, Monseñor Vicente Jiménez Zamora, ha destacado que la eutanasia, "cualquiera que sean los motivos y los medios, es moralmente inaceptable". Al tiempo ha subrayado que "el derecho a la vida es un derecho fundamental de carácter pre-político, en el que se basa todo el sistema de defensa y de tutela de los derechos humanos".

En sus manifestaciones, el prelado aclara que "el drama de la eutanasia, no es sólo una cuestión moral; es también un problema de orden legal", al considerar que la aplicación de la eutanasia "vulnera un derecho fundamental: el derecho a vivir".

Estas consideraciones han sido realizadas en una Carta Pastoral que el Obispo de Santander ha titulado, '¿Derecho a la eutanasia?'. Al respecto, Jiménez Zamora recuerda que, a raíz de la película titulada 'Mar adentro', se desató un amplio debate en la opinión pública "sobre el tema candente de la eutanasia". Ahora --añade-- se está avivando el debate social y político.

El prelado alude a que, ya la Conferencia Episcopal Española, lanzó en su día una campaña con el lema, 'Toda una vida para ser vivida', con el fin de difundir la doctrina católica sobre este asunto.

"La Medicina -agrega el Obispo- dispone de medios para ocasionar una muerte dulce (eutanasia), y liberar del sufrimiento a quien se encuentra en una situación dramática, y a sus familiares". Sin embargo, -añade- la moral cristiana es "tajante": "Cualesquiera que sean los motivos y los medios, la eutanasia directa consiste en poner fin a la vida de personas disminuidas, enfermas o moribundas. Es moralmente inaceptable", tal como lo señala el apartado 2.277 del Catecismo de la Iglesia Católica, explica.

AMOR A LA VIDA

Monseños Vicente Jiménez destaca que la condena de la eutanasia por parte del Magisterio de la Iglesia, "no es fruto de una visión contraria a la ciencia ni al sentimiento humanitario, sino, al contrario, es fruto del sentido y del amor a la vida humana", precisa.

El prelado añade que "la ética cristiana parte de dos postulados muy concretos: que la vida es un don de Dios, por lo que sólo Él es dueño de ella, y el hombre es administrador; y que Dios es también el Señor de la muerte, y que, por ello, sobrevendrá en el momento que Dios quiera y como Él disponga", precisa.

Por estas razones el obispo recuerda que Juan Pablo II, "gran defensor de los derechos humanos", utilizó palabras "excepcionalmente solemnes" al rechazar la eutanasia en la Encíclica 'Evangelium vital', con estos términos: "De acuerdo con el Magisterio de mis Predecesores y en comunión con los Obispos de la Iglesia católica, confirmo que la eutanasia es una grave violación de la Ley de Dios, en cuanto eliminación deliberada y moralmente inaceptable de una persona humana... Semejante práctica conlleva, según las circunstancias, la malicia propia del suicidio o del homicidio".

TAMBIÉN UNA CUESTIÓN LEGAL

Monseñor Vicente Jiménez resalta que "el drama de la eutanasia, no es sólo una cuestión moral: es también un problema de orden legal". Por este motivo aduce que cada día son más los países que se están planteando su regulación jurídica, incluida España, "en medio de amplias controversias que están dividiendo a la opinión pública", señala.

Por ello, el obispo de Santander destaca que "tal como enseñan algunos de los más importantes iusnaturalistas modernos, defensores del Derecho natural, el derecho a la vida es un derecho fundamental de carácter pre-político, en el que se basa todo el sistema de defensa y de tutela de los derechos humanos".

Por último, Monseñor Jiménez resalta que "el derecho a vivir (y el correspondiente deber de respetar la vida) es un presupuesto para la legitimidad del orden legal y civil, y para la justificación de la existencia del mismo Estado", concluye.

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