Indignación en Francia

Profanación intolerable

La clase política francesa ha mostrado su indignación ante la profanación de más de 140 tumbas musulmanas en un cementerio militar. Las lápidas aparecieron con símbolos nazis, insultos contra el Islam y la ministra francesa de Justicia, que es de ascendencia magrebí. En el cementerio hay 576 tumbas de musulmanes combatientes en la I Guerra Mundial.

(Agencias) Más de 140 tumbas musulmanas de un cementerio militar del norte de Francia han sido profanadas con pintadas contra el islam, lo que ha suscitado fuertes condenas de las máximas autoridades francesas.

Es la segunda vez en apenas un año que tumbas musulmanas del cementerio militar de Notre-Dame de Lorette, cerca de la ciudad norteña de Arras, son profanadas. Los responsables del cementerio informaron este domingo sobre el descubrimiento de pintadas contra el islam y que también insultan "gravemente" a la ministra de Justicia, Rachida Dati, de ascendencia magrebí, según trascendió. La vez anterior había pintadas en las que podía leerse "Heil Hitler" y reivindicaciones de los "cabezas rapadas", entre otras.

Responsables de la comunidad musulmana, asociaciones y partidos políticos expresaron su indignación. El rector de la mezquita de París, Dalil Boubaker, denunció un acto "odioso y escandaloso" perpetrado por "personas miserables" que solo merecen "el desprecio y la condena nacional". Dati pidió a la fiscalía que "identifique a los autores de este acto odioso y los persiga con la mayor firmeza". En una de las tumbas, los atacantes colgaron la cabeza de un cerdo.

Se trata del "racismo más inadmisible que hay", denunció el presidente francés, Nicolas Sarkozy, al "compartir el dolor de toda la comunidad musulmana de Francia". En un comunicado, indicó que este acto "odioso" atenta también contra "la memoria de todos los combatientes de la Primera Guerra Mundial", más allá de las creencias religiosas de cada uno.

Sarkozy, que ha pedido al secretario de Estado de Antiguos Combatientes, Jean-Marie Bockel, que acuda mismo al cementerio, quiere que la investigación judicial dé resultados "rápidos" para que los autores de la profanación "sean castigados como se merecen". El primer ministro, François Fillon, que condenó estos actos "repulsivos", dijo que la justicia se ha hecho cargo del caso. Desde la oposición, el Partido Socialista expresó igualmente su "cólera e indignación" y reclamó "sanciones ejemplares" contra los responsables.

El cementerio fue inaugurado en 1925 para enterrar y honrar a los caídos en 1915 durante uno de los combates más sangrientos del frente occidental. El cementerio acoge un total de 40.000 tumbas de combatientes, de las que 576 son de soldados musulmanes, que han sido enterrados en tumbas orientadas hacia La Meca. Las tumbas profanadas corresponden a soldados de países como Argelia, Marruecos y Senegal, que por entonces formaban parte del imperio colonial francés.

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