(Fides) Esto significa, - explica Don Dembele - reconciliar primero a las diferentes comunidades que viven en el norte del país, tourareg, árabes, sonrai y otras. Son poblaciones que antes de la crisis vivían juntas y que durante la toma de posesión de los grupos yihadistas se han encontrado en bandos diferentes». «Tenemos que restablecer la confianza mutua entre las distintas comunidades y lograr la reconciliación a través del perdón», dice el sacerdote.
Mientras tanto, las operaciones de las fuerzas francesas y malienses se concentran en la zona de Kidal. Las fuerzas malienses no han entrado todavía en Kidal pero están negociando para poder entrar en la ciudad sin necesidad de utilizar la fuerza.
Sin embargo, la ofensiva militar para liberar el norte de Malí ha creado una nueva ola de desplazados internos en el sur y de refugiados en los países vecinos. «Necesitamos alimentos, medicinas y refugio para ayudar a estas personas», dice Don Dembele. «La Iglesia hace lo que puede. Cáritas se ha movilizado a nivel local y nacional y en las próximas semanas realizaremos dos colectas especiales en favor de los refugiados», dice el sacerdote.