Pide la implicación de la Iglesia en la evangelización de Rusia

Otets Aleksandr: «El crecimiento del catolicismo ruso no es un problema para el ecumenismo»

Zenit entrevista a Otets Aleksandr Burgos, de origen español, párroco de San Juan Bautista en Pushkin, en San Petesburgo, Rusia. Las condiciones para la evangelización en el país son las mejores que hayan existido jamás, aunque los católicos puedan sentir presiones en su entorno social. Pero la presión que realmente bloquea es la de algunos ambientes católicos que piensan que Rusia es especial, y allí no debe ponerse en práctica el llamamiento del Sínodo de los Obispos a la Nueva Evangelización.

(Zenit) Entrevista al P.Otets Aleksandr Burgos:

– ¿Cómo se vive hoy en Rusia?

Padre Aleksandr Burgos: Rusia es un país fantástico al que es muy fácil amar por su profunda belleza en tantos ámbitos de la vida diaria y también por la dureza de la vida de sus habitantes. Además hoy en Rusia desde el punto de vista económico se vive notablemente mejor que diez años atrás, cuando yo llegué.

¿Qué religiones y en qué proporción existen hoy allí?

No existen estadísticas seguras sobre las religiones en Rusia. Las encuestas señalan que entre un 60 y un 70% de la población se considera ortodoxa, aunque la práctica religiosa es muy baja. Los datos de afluencia a la Navidad de 2008 en Moscú son significativos porque tenemos dos fuentes: El Ministerio del Interior –cuyos policías estuvieron a la puerta de todas las iglesias estimó que la participación había sido de un 2%. El Patriarcado de Moscú contestó diciendo que un 7%. En todo caso, un porcentaje por desgracia muy bajo.

Pueden también dar una idea los datos sobre las organizaciones religiosas oficialmente registradas. Ortodoxas hay doce mil. Los musulmanes son la segunda religión, con cuatro mil organizaciones. Los católicos, los judíos y los viejos creyentes tenemos alrededor de 250. Lo asombroso son los datos protestantes, que denotan un fuerte crecimiento real en los últimos veinte años: cuatro mil organizaciones registradas en todo el país.

¿La gente se considera ortodoxa?

Una buena mayoría de la gente se considera ortodoxa. Es algo muy metido desde siempre en la conciencia nacional rusa y alentado por el actual gobierno de Putin, que entiende que la ortodoxia puede contribuir grandemente a dar identidad al país. Que la gente se considere ortodoxa, es decir cristiana, después del periodo ateo, es algo muy positivo, una noticia para dar gracias a Dios. El problema es que las encuestas dan un menor número de creyentes que de ortodoxos. Eso significa que en este momento para muchos el ser ortodoxo es por desgracia algo más de tipo político-cultural que religioso. No hay que olvidar, por otra parte, el fuerte crecimiento del protestantismo.

¿Cuáles son los datos actuales de los católicos en Rusia?

Los católicos en Rusia son el 1% de la población, distribuidos en 230 parroquias, con unos 350 sacerdotes. Antes de la revolución bolchevique eran muchos más. En algunos lugares, como en la entonces capital, San Petersburgo, llegaban a ser el 7%. Una foto símbolo de esta realidad es la de la procesión del Corpus de 1918, donde se ve cómo una enorme marea de fieles avanza por la avenida Nevski, la avenida principal de la ciudad: eran cuarenta mil fieles. En los últimos años el catolicismo ruso gracias al trabajo serio y callado de tantas personas se está asentando desde el punto de vista estructural.

¿Cuáles son las perspectivas para el catolicismo?

Cuando en toda la Iglesia católica aumenta la conciencia de que es necesario colaborar en la evangelización de un país, esa evangelización crece. En el siglo XX el cristianismo pasó en África de un 0,5% de la población al 60%, de los cuales más de la la mitad católicos, porque toda la Iglesia se puso manos a la obra. Yo rezo para que la Iglesia católica se de cuenta de que Rusia la necesita porque sola no es capaz de salir de la herencia tremenda del período de ateísmo más terrible de la historia del mundo. La Iglesia ortodoxa hace lo que puede pero no es suficiente. Si se quiere reevangelizar realmente el país tiene que ser la Iglesia entera, la Iglesia universal la que colabore.

¿O sea lo que pidió la Virgen de Fátima?

Sí, es en cierto sentido lo que la Virgen indicó en Fátima cuando pidió que el santo padre con todos los obispos del mundo hicieran la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón. Pero no basta con un acto de consagración. De algún modo cada obispo de la Iglesia universal debería sentir que la Virgen le ha encomendado a él personalmente la nueva evangelización de Rusia. Cuando esto ocurra el catolicismo ruso crecerá mucho y eso será un gran bien para el país. Podremos ayudar como hacemos en todo el mundo con la creación de escuelas, de hospitales, de centros de evangelización...

Pero a veces se oye que la práctica de la fe es mayor en Rusia que en Occidente...

En el siglo XX la crisis de fe ha sido muy fuerte tanto en Rusia con la persecución comunista como en Occidente con la secularización. En Rusia la práctica de la fe crece, pero todavía están muy lejos de nosotros, a pesar de nuestra crisis. Las iglesias de Madrid y de Roma están muchísimo más llenas que las de Moscú y San Petersburgo. No hay que olvidar tampoco que todavía hoy hay zonas en la Rusia europea donde hay que recorrer más de 40 kilómetros para encontrar una iglesia abierta. Un acontecimiento como la última Jornada Mundial de la Juventud con dos millones de jóvenes es impensable en el mundo postsoviético.

Además aquí estuvo el Vaticano II

El Concilio Vaticano II fue un gran don para toda la Iglesia, que nos ha dotado de instrumentos teológicos valiosísimos que nos permiten ser al mismo tiempo abiertos a los demás y fieles a lo nuestro. Por ejemplo, nosotros podemos sin problemas reconocer la santidad de los santos rusos y sostener que el catolicismo tiene una plenitud eclesial que la ortodoxia no alcanza.

Ellos sin embargo a veces tienen problemas para ser flexibles, es decir fieles a la ortodoxia y abiertos al catolicismo. Sorprende, por ejemplo, las críticas ortodoxas a santos tan grandes como Francisco de Asís o Teresa de Jesús. Por otro lado, en Occidente han existido algunas interpretaciones torcidas del Concilio que en lo teórico han privado a la misión católica de fundamento doctrinal y en la práctica han considerado todo apostolado católico en Rusia como proselitismo desleal.

–¿Eso significa que a veces hay dificultades para el trabajo que realizan los católicos, verdad?

En Rusia tenemos más libertad para actuar que la que ha habido en los últimos mil años. Hace poco tiempo se han firmado relaciones plenas entre la Federación Rusa y la Santa Sede. Pero ciertamente existen presiones y dificultades. En 2002 cuando Juan Pablo II renovó las diócesis católicas, se produjo un momento de tensión y la expulsión de un obispo y varios sacerdotes, acompañada por diversos controles.

La tensión se solucionó con una comisión católico-ortodoxa para estudiar los casos del –a mi entender– mal llamado «proselitismo católico» en Rusia. Hoy en día sería de desear que ese grupo de trabajo conjunto profundizara su actividad convirtiéndose en una mesa ecuménica que alentara la evangelización que llevamos a cabo en Rusia tanto católicos como ortodoxos.

–¿O sea se registraron casos de protesta por parte de los ortodoxos?

Sí, en aquellos años se registraron protestas fuertes que es mejor olvidar. De todos modos el problema de la Iglesia católica en Rusia no es la Iglesia ortodoxa que muchas veces nos presiona pero a veces también nos ayuda y con la que nos unen lazos de profunda amistad y lógicas tensiones. El problema fundamental es la asombrosa idea que existe en algunos ambientes del mundo católico postconciliar de que sólo los ortodoxos tienen derecho a evangelizar en Rusia.

–¿Según usted, por qué existe esa concepción de que Rusia es sólo de los ortodoxos?

A mi me parece que esa idea proviene de un gran desconocimiento de la misma realidad rusa. Se piensa en Rusia proyectando lo que uno sabe de la historia de su propio país, por ejemplo España o Italia, suponiendo que Rusia ha sido ortodoxa como España ha sido católica, con un porcentaje de 97 o 98% de fieles de esa religión. Se olvida así que Rusia es desde hace bastantes siglos un imperio multiétnico y multicultural en el que han convivido diversas religiones y culturas, entre otras la católica, la judía, la musulmana, la budista y la protestante.

Respetar, venerar y amar la tradición ortodoxa rusa, no significa desconocer que Rusia la han conformado diversas tradiciones. Entre ellas el catolicismo ruso tiene una historia también importante, y está regado por la sangre de numerosos mártires. Lo que quiero decir es que si los ortodoxos a veces nos acusan de proselitismo desleal, podemos entenderles. Pero si es nuestra propia Iglesia la que piensa así de nosotros, entonces eso nos bloquea. Gracias a Dios que hay también tanta gente que nos ayuda y nos sostiene con sus atenciones, sus oraciones y sus limosnas, a los que estamos muy agradecidos.

–¿En qué consiste eso que usted denomina «bloqueo»?

Los sacerdotes y las religiosas católicas que trabajan en Rusia son ciertamente elogiables por su buen espíritu y por la gran labor que realizan con tantas dificultades. Sin embargo a veces, quizá porque no se sienten suficientemente respaldados por la opinión pública católica o por sus propias congregaciones o por ciertos «aires romanos», no realizan en Rusia las actividades normales que debido a su carisma propio hace en el resto del mundo.

Un ejemplo de bloqueo es que hay congregaciones cuyo carisma es la educación que en su trabajo en Rusia no han abierto un solo colegio. Otro ejemplo es que en todo el postconcilio existen muy pocos libros escritos y publicados por sacerdotes católicos rusos, cuando en el preconcilio estos eran mucho más abundantes. Un tercero es la casi inexistencia del catolicismo ruso de rito bizantino-eslavo. Hay muchos otros.

–¿No existe el peligro de entrar en conflicto con los ortodoxos?

Peligro de conflicto siempre existe en las relaciones humanas. Si les amamos nuestra propuesta evangelizadora podrá ser incisiva sin ser agresiva, porque estará basada en el deseo de una amistad sincera y un profundo aprecio de lo genuinamente cristiano que hay en la tradición ortodoxa, que es casi todo. Además el crecimiento del catolicismo ruso no es un problema para el ecumenismo sino una parte importante y necesaria de la solución.

–¿Cuándo se podrá pensar a una unión real de Moscú con Roma?

Sólo cuando haya doscientos sacerdotes rusos católicos que tengan verdadera amistad con un millar de sacerdotes rusos ortodoxos, podremos comenzar a pensar en una unión real de Moscú con Roma. Si esto no se da nos volverá a pasar lo mismo que en los concilios ecuménicos de Lyon (1274) o en Florencia (1445): las uniones firmadas por los obispos en Roma serán rechazadas por la gente y el clero en Moscú.

–¿Y en el futuro?

Pienso que la evangelización en Rusia tiene un futuro muy prometedor y que algún día desde Rusia nos ofrecerán un fuerte impulso para despojarnos de muchos prejuicios laicistas que estamos admitiendo en nuestra cultura. Mientras tanto espero que los católicos llevemos a cabo un ecumenismo misionero y un apostolado de la plenitud de la fe, que posibilite el crecimiento tanto de las comunidades de rito latino como de las de rito bizantino-eslavo, los dos pulmones por los que debe respirar la Iglesia católica en Rusia.

12 comentarios

vicente
también es necesaria una nueva evangelización en Rusia, como en todas partes.....
11/12/12 10:28 AM
Pedro
Desde fuera, la impresión es que el problema de la Iglesia Ortodoxa Rusa se llama KGB. Parece que, si la IOR no se hubiera puesto al servicio del estalinismo, hoy no le faltaría credibilidad ni se habría distanciado tanto de los fieles. Porque el hecho es que ha sido una Iglesia martirizadora más que mártir (piénsese en el genocidio de los católicos ucranianos); cosa que por cierto no extraña nada, a la vista de las ideas políticas greco-bizantinas.

La entrevista es muy interesante pero a mi modo de ver se contradice en algún punto (por un lado, reprocha el abstencionismo bienpensante de ciertos teólogos occidentales, y por otro parece dar a entender que da igual pertenecer a esta o aquella Iglesia). Supongo que el asunto no debe ser nada fácil. Cuente con mis oraciones.
11/12/12 10:43 AM
javier martínez
Si desea contactar con los sacerdotes españoles que trabajan en Rusia:

http://ioannkrestitel.ru/

http://www.facebook.com/juanmanuel.sanchezgarcia.39

http://www.facebook.com/otets.aleksandr

http://www.facebook.com/josefrancisco.teijeirogarcia

http://www.facebook.com/amigosderusia

www.facebook.com/#!/groups/svyatoynikolay

En twitter:
Amigos de Rusia
@TsarskoeSelo
11/12/12 1:38 PM
Dahrendorf
Por fin alguien habla claro de lo que pasa, no solo en Rusia, sino en todos los países de mayoría ortodoxa. Un ecumenismo mal entendido, que predomina incluso en Roma, cree que la evangelización es incompatible con el ecumenismo. Algo diferente, pero con puntos de contacto, pasa en lationamérica con los protestantes. Se tiene una concepción casi pancristiana, según la cual, es suficiente con creer en Cristo para salvarse y no es necesario pertenecer a la Iglesia. O lo es, pero no es prudente evangelizar. Eso "bloque", como dice el a entrevistado, o paraliza.
En latinoamérica las iniciativas para convertir protestantes son cero. Literalmente cero. Como son nuestros hermanos... como creen en Cristo... no podemos "competir" con ellos. Ellos sí lo hacen, claro. Aprovechando lo pardillos que somos los católicos.
Recuerdo haber leído una entrevista a un cura católico uniata en Rusia hace unos años. Hablaba de que eran la última iglesia clandestina, que no estaban reconocidos formalmente siquiera por la diócesis católica, y que sus fieles no recibían ayudas de Cáritas para que la Iglesia ortodoxa no creyera que "compraban" fieles. Hoy la situación es algo mejor, pero sigue siendo mala. No se quiere una auténtica iglesia uniata rusa. Lo que se está respetando es que algunos ucranianos tengan sacerdotes de rito ucraniano. Para que los ortodoxos no piensen que evangelizan a los rusos. La Iglesia católica sigue siendo una iglesia de minorías étnicas.Porque Roma le impide ser otra co
11/12/12 5:13 PM
Hermenegildo
..."nosotros podemos sin problemas reconocer la santidad de los santos rusos"...

¿Seguro, P. Alejandro? ¿Podemos reconocer la santidad de personajes como Alejandro Nevski o del zar Nicolás II, que están canonizados por la Iglesia Ortodoxa Rusa?


..."Hoy en día sería de desear que ese grupo de trabajo conjunto profundizara su actividad convirtiéndose en una mesa ecuménica que alentara la evangelización que llevamos a cabo en Rusia tanto católicos como ortodoxos".

¿Qué quieren que les diga? A mí esto me suena un poco a confusionismo ecuménico?


Y, en fin, ¿por qué el P. Alejandro se presenta en la foto como un pope ortodoxo? ¿Un sacerdote de rito latino puede revestirse con ornamentos bizantinos? ¿No se está confundiendo así a los rusos poco formados religiosamente, que son la mayoría?
11/12/12 6:56 PM
Dahrendorf
¿Puede un sacerdote de rito latino revestirse de rito bizantino? Ha sido y es habitual el caso de sacerdotes birituales o de origen latino que realizan su trabajo pastoral en otro rito, por razones misioneras.
De todos modos, no es su caso. Él dice misa en rito latino. Para ver su labor, puedes entrar en la web de la Asociación de AMigos de Rusia San Nicolás.
Él conoce a sacerdotes católicos de rito bizantino en Rusia. Imagino que la foto será de una concelebración.
De todos modos, aunque se dedicara a ambos ritos, no veo el inconveniente ni la confusión.
11/12/12 8:50 PM
Axel
Pues Alejandro Nevski tiene mas merito y santidad que la de un puñado de cruzados queriendo imponer por la fuerza al catolicismo Romano apoyados en el capricho de un Papa. Soy catolico y no quito lo que el Papa es, pero historicamente fue un error y un abuso de su parte el querer convertir a los ortodoxos por la fuerza.
11/12/12 9:14 PM
victor-manuel ferrero leon
Por favor, dejemos de usar el término despectivo de "uniatas" para aludir a los católicos de ritos orientales que volvieron a la comunión católica. Basta con denominarlos "católicos de rito caldeo, de rito malabar, de rito copto, de rito griego-bizantino, de rito ucraniano-bizantino, etc...", pero no usemos ese "palabro" tan feo que es uniata. Estoy de acuerdo en que hay que potenciar las relaciones de amistad de nuestro clero con el clero ortodoxo ruso. Como curiosidad, la Iglesia Rusa fue la única Iglesia Oriental que no rompió formalmente con Roma, aunque sí lo hizo de facto. ¡Que la Virgen bendiga al pueblo ruso!
11/12/12 11:09 PM
Hermenegildo
Axel: en aquella época, también los ortodoxos intentaban convertir a los católicos por la fuerza.

Y, por cierto, ¿cuál es el mérito de Alejandro Nevski para ser santo? ¿Haber vencido a los suecos, a los teutones y a los tártaros?
12/12/12 12:00 AM
Hermenegildo
Dahrendorf: que un sacerdote de rito latino se vista de pope ortodoxo confunde a los rusos que no saben distinguir y que, me temo, son la mayoría.
12/12/12 12:01 AM
Inés
"–¿Cuándo se podrá pensar a una unión real de Moscú con Roma?

Sólo cuando haya doscientos sacerdotes rusos católicos que tengan verdadera amistad con un millar de sacerdotes rusos ortodoxos, podremos comenzar a pensar en una unión real de Moscú con Roma. Si esto no se da nos volverá a pasar lo mismo que en los concilios ecuménicos de Lyon (1274) o en Florencia (1445): las uniones firmadas por los obispos en Roma serán rechazadas por la gente y el clero en Moscú."

Es la posición de Benedicto, los acuerdos de las jerarquías son rechazados por la gente y el clero, por eso primero tiene que haber una conversión de los corazones y vendra de lo alto. Y para llegar a eso hay que suplicarla de rodillas porque Dios escucha a los humildes.
12/12/12 2:15 AM
alexander samir jimenez
Que
extraño un sacerdo



te catolico revestidoo como ortod
4/09/15 6:25 AM

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