(Informador) El prelado subrayó que deben respetarse «a las instituciones que nos hemos dado, ya que cuando no se acatan las instituciones, aun en un país democrático, puede surgir un dictador. No me refiero solo a una persona, puede ser un grupo que salga del margen de las instituciones y que quiera imponer a todo el país su capricho y su decisión».
Tal fue la opinión del purpurado católico ante la reciente determinación de la justicia electoral que ha validado el triunfo del priista Enrique Peña Nieto.
En cuanto al último informe del Gobierno del Presidente, Felipe Calderón, comentó que «tristemente va a prevalecer el toque de violencia y de enfrentamiento a los grupos criminales y a la mafia con el Ejército y la Marina y su número tan grande de muertos». El arzobispo insistió que ese toque de un periodo caracterizado por la violencia, es lo que va a prevalecer en lo que ha sido el sexenio calderonista.
Puntualizó que lo anterior no dejará ver «otros aspectos que pueden ser positivos, como la obra pública, el equilibro en la marcha de la economía, dado que esto puede quedar en la penumbra, ya que tristemente lo que pasa con el número de muertos es grave, ya que en una guerra entre grupos también los muertos cuentan».
Según su punto de vista, no ha sido un mal necesario el saldo negativo en muertes que trajo la política calderonista en su enfrentamiento contra el crimen organizado. «Eso es algo que no se puede juzgar así», acotó el cardenal, quien explicó que corresponde a cada sector de la sociedad evaluar el saldo de la política de la administración saliente en su guerra contra la delincuencia organizada, según estadísticas y encuestas sobre el tema.
