(Agencias/InfoCatólica) «Fue condenado a entre tres y seis años de prisión», dijo un funcionario judicial de Filadelfia a la AFP.
A pesar de que los abogados de monseñor Lynn intentaron evitar que fuera a la cárcel, la jueza Teresa Sarmina sentenció que éste deberá permanecer tras las rejas cerca del tiempo establecido en la pena máxima (de tres años y medio a siete años).
Uno de los dos sacerdotes que la justicia halló culpable a Lynn de encubrir, el destituido Edward Avery, se declaró culpable en la víspera de su juicio y fue condenado a entre dos años y medio y cinco años de prisión.
El otro cura, James Brennan, fue acusado de agresiones sexuales contra jóvenes en la década de 1990, pero el jurado no pudo llegar a un veredicto.
Durante el juicio a Lynn, la fiscal adjunta Jacqueline Coelho describió a Monseñor Lynn como «el guardián de los secretos», con la misión de proteger a la Iglesia de los escándalos y de mantener a los fieles en la oscuridad.
Los grupos de víctimas elogiaron el veredicto como un gran paso desde el momento en que un tribunal reconoció que alguien en la posición de Lynn había puesto en peligro el bienestar de menores.
No es obispo
Se da la circunstancia de que la mayoría de los medios de comunicación dan por hecho que el P. Lynn es obispo por el mero hecho de recibir el trato de monseñor. Lo cierto es que no ha alcanzando el grado máximo del sacramento del orden.