(EP) «La Secretaria de Estado expresa su condena más firme y total a tales publicaciones porque no están fundadas en argumentos objetivos y perjudican gravemente el honor de las personas mencionadas, que desde hace muchos años están al servicio fiel del Santo Padre», añade.
Además, el comunicado añade que «el hecho de que aún no se han revelado los resultados de las investigaciones por parte de la autoridades debidamente delegadas, no legitima en modo alguno la difusión de interpretaciones y tesis infundadas y falsas» y asegura que este no es el tipo de información a la que el público tiene derech».
Asimismo, el director de la oficina de Prensa, el padre Federico Lombardi ha puntualizado que ha repetido muchas veces que «el hecho de haber sido escuchados por una comisión en el curso de una investigación no significa, de ninguna manera, estar bajo sospecha».
Lombardi también ha asegurado que es obvio que las tres personas indicadas en el artículo han podido ser escuchadas, pero que esto no lleva aparejado que sean sospechosas de 'corresponsabilidad' y 'complicidad'».
Las personas acusadas han sido el ama de llaves alemana del Papa, Ingrid Stampa, el obispo alemán y exsecretario personal durante 19 años así como actual secretario del Pontificio Consejo de los Laicos, Josef Clemens, y el cardenal italiano que ayudaba al Papa con sus discursos y exvicecamerlengo, Paolo Sardi.
En relación a un supuesto alejamiento de sus cargos, Lombardi ha explicado que el cardenal Sardi terminó su tarea en la Secretaría de Estado cuando ya había cumplido 75 años; que la señora Stampa sigue trabajando en la Secretaría de Estado; y que el arzobispo Clemens es secretario del Pontificio Consejo para los Laicos desde hace años.
Por último, el portavoz vaticano asegura que es «falso que hayan recibido del Papa una carta como la que se describe en el artículo de 'Die Welt', carta a la que el diario italiano 'La Repubblica' se refiere solo indirectamente».