(Fides) Los más de 300 hombres armados son en su mayoría jóvenes que están atrincherados en varias calles del casco antiguo de Homs como Khalidiye, Jouret al shiyah, Qarabis, Hamidiyah, Bustan Diwan y los alrededores, todavía asediados por las fuerzas del ejército sirio. En general, se estima que en la resistencia armada en esa zona de la ciudad vieja hay más de 1.000 hombres.
El Comité de la «Mussalaha» de Homs, que cuenta también con el sacerdote sirio-católico el p. Michel Naamán, otros líderes religiosos musulmanes, y varios líderes de la sociedad civil y representantes de la comunidad, después de un gran esfuerzo de mediación, han conseguido algo impensable hasta hace poco. «Los 300 jóvenes dispuestos a deponer las armas, son jóvenes y adolescentes que habían decidido luchar, arrebatados por el espíritu y los ideales de la revolución. Entre ellos se encuentran familiares, hijos, amigos de personas que forman parte de Mussalaha y esto ha facilitado enormemente el diálogo y el acuerdo. Son los hijos del pueblo sirio», ha dicho el sacerdote de Homs a la Agencia Fides.
Los jóvenes han recibido garantías de parte del ejército sirio que deponiendo las armas, estarán libres y podrán realizar una «oposición política no violenta». El Comité de «Mussalaha» será el garante de su seguridad y libertad, en un ambiente que aliente la confrontación, el diálogo y la reconciliación. No se excluye, señalan los dirigentes de «Mussalaha» que muchos otros combatientes puedan seguir este ejemplo y se pongan bajo la tutela del Comité para la reconciliación.
El problema principal, señalan las fuentes de Fides, lo representan ahora los más de 100 hombres armados que no son de Siria, que se encuentran en la zona y que no tienen intención ni posibilidad de entrar en esta delicada operación, «de diálogo interno de Siria». Estos piden la participación de la Cruz Roja, por lo que los representantes de la CRI estarán alerta para una posible intervención en la mediación.
