Un superviviente de la matanza de Garissa relata los hechos

«Los primeros en caer fueron tres niños que fueron ejecutados como animales»

Diez y veinte de la mañana del pasado domingo. En las entrañas de la Africa Inland Church, pequeña iglesia situada en Garissa, al noreste de Kenia, es tiempo de liturgia y celebración para unos 150 feligreses. Apenas sesenta segundos después, el lugar se retuerce entre lágrimas. Supervivientes del atentado relatan la masacre a Eduardo S. Molano, enviado especial del diario español ABC,

(ABC) «Al principio pensaba que alguien estaba lanzado piedras contra el tejado», destaca a ABC Joseph Munyambu, quien desde hace décadas se encarga del cuidado del centro. En sus ojos, el horror del equívoco todavía es visible. «Poco después de explosionar dos granadas, tres hombres vestidos de uniforme militar (otra fuentes aseguran que se trataban de cuatro) comenzaron a abrir fuego contra los feligreses que estábamos en el interior», destaca este menudo anciano, en cuya camisa todavía se muestran visibles las marcas de la masacre. «No he tenido ni tiempo de limpiar las manchas de sangre», se lamenta. Nadie le culpa.

«Todo era un caos. Los primeros en caer fueron tres niños que fueron ejecutados como animales con varios disparos en la cabeza y el pecho. Después, los terroristas comenzaron a ordenar que nos apiláramos contra uno de los muros de la iglesia. Yo, sin embargo, me escondí entre los bancos rezando para que todo acabara».

Quince minutos después, las plegarias del bueno de Joseph encuentran respuesta y los atacantes huyen hacia un vehículo. Su balance no puede ser más atroz: diecisiete personas fallecidas y más de 60 heridos.

Víctimas, con nombre y apellidos: Issa Mohammed Aden. Musulmán. Transferido hacía tan solo unos días desde la capital -Nairobi- por los mandos policiales, era uno de los encargados de la vigilancia del centro. Fue ajusticiado a la entrada.

La joven Anne Kaleli, cristiana, tuvo más suerte. «Apenas un disparo en la pierna», sonríe a la cámara apostada en una camastro del principal hospital de Garissa. A su lado, Joseph Mutunga, párroco del centro, aún no se explica lo ocurrido.

«¿Por qué? Ésa es la gran pregunta que nos hacemos todos. Nosotros solo somos hombres de paz», destaca a este diario.

Desconocidas las causas morales, de la autoría no queda ninguna duda. El del domingo es el primer incidente severo contra una iglesia del país desde que tropas del Ejército de Kenia se adentraran, el pasado mes de octubre, 100 kilómetros en Somalia, como medida de castigo a los últimos secuestros de extranjeros protagonizados en la frontera (entre ellos, el de las españolas Montserrat Serra y Blanca Thiebaut).

En respuesta, Sheikh Ali Rage, portavoz y número dos de la milicia islamista de Al Shabab, advirtió que Kenia debería «afrontar las consecuencias» por haber «comenzado la guerra» con el despliegue de sus tropas en territorio somalí.

Precisamente, ayer, tan solo veinticuatro horas después de producirse la masacre, Al Shabab asumía en uno de sus principales foros (Al Kataib) la autoría de «las ofensivas militares de la ciudad de Garissa» (de forma paralela al atentado en la Africa Inland Church, el grupo armado llevaba a cabo un ataque similar en otra iglesia de la ciudad, aunque sin víctimas morales).

«Nunca antes habíamos tenido un problema con nuestros hermanos musulmanes. La convivencia entre comunidades es perfecta», destaca el párroco Mutunga.

Simple terrorismo

A solo un par de kilómetros de estas palabras, y entre excelsas medidas de seguridad, Mohammed Bishar, de las asociación de jóvenes islámicos, reiteraba también su convencimiento a este diario: «Estos ataques no pueden ser calificados de guerra entre religiones, tan solo de simple terrorismo. Pero no vamos a ceder».

Y las palabras parecen traducirse en hechos. Ayer, centenares de musulmanes (situada en las cercanías de Somalia, la mayor parte de la población de Garissa profesa este credo) hacían cola en los centros médicos para rendir pleitesía a los supervivientes de la masacre.

De los atacantes, eso sí, ni rastro. «No temo que vuelvan. Ahora estaremos preparados», aseguraba el bueno de Joseph Munyambu.

Mientras, y con la mirada puesta en el futuro, el pequeño anciano se afanaba a última hora de la tarde por limpiar la sangre que recorría muros y suelos de su querida iglesia. En su camisa, las heridas de la masacre todavía eran visibles: «El próximo domingo, volveremos. Y seremos aún más. No nos derrotarán».

7 comentarios

Juan Mariner
«El próximo domingo, volveremos. Y seremos aún más. No nos derrotarán».
3/07/12 11:03 AM
Esteban
No se puede generalizar, eso es claro, pero la historia del Islam sólo se explica a través de la sangre y el horror. Y eso desde el principio. Cualquier actitud de contemporizar con criminales y asesinos es un grave error. El Islam es una religión imperial, que no detendrá jamás, y que para lograr sus objetivos totalizadores le vale todo, también el teror y la guerra.
3/07/12 12:06 PM
pedro de madrid
NO A LA ONU, NI AMNISTÍA INTERNACIONAL NI NUNGÚN TRIBUNAL DE "RETORCIDOS DERECHOS HUMANOS", NO VALEN PARA NADA, NO AL ISLAM Y NO SE QUE VOY A HACER CON LAS HOJAS QUE ARRANQUE DEL CORAN, (BUENO SI, ALGUNOS SABEN PARA QUE VOY A UTILIZAR ESAS HOJAS) PROASESINOS O ASESINOS CONSENTIDOS Y MUERTOS DE HAMBRE. CRISTIANOS, DESDE EL PRINCIPIO SABEMOS CUAL ES NUESTRO FIN, EL SUFRIMIENTO Y LA MUERTE.
QUE QUEDE CLARO A LOS QUE ME REFIERO ES A LOS ASESINOS DE NIÑOS Y ADULTOS CRISTIANOS
3/07/12 12:34 PM
Luis Valencia
la historia está ahí y aunque muchos intentan borrarla o encubrirla, los hechos hablan por si mismos. La historia del islam desde el principio está escrita con la sangre de la muerte y la guerra. Son miles los mártires cristianos como estos que terminan de ser martirizados en Garisa y nosotros hemos de llamarlos por su nombre: Mártires.

hace unos días me recriminaban en una página católica por decir que Mahoma se inventó el Corán y que no podía como cristiano ni aceptarlo aél como profeta ni al Corán como una religión revelada. Si lo hicierra dejaría de ser cristiano y blasfemaría contra Cristo. Su argumento es que debíamos ser respetuosos con nuestros "hermanos" musulmanes. Desde luego los que profesan el islam no somos hijos de un mismo Dios porque ellos no adoran a Dios Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo; si no tenemos un mismo Padre, no podemos ser hermanos y por otro lado cada vez estoy más convencido de que quien inspiro ese libro fue el padre de la mentira, pues lo que no viene de Dios, viene de él.

Vendrán falsos profetas... Y aunque un ángel viniera a deciros algo distinto a lo que Yo os he dicho... El que tenga oídos que oiga.
3/07/12 12:52 PM
Pablo R.
En esa misma "fuerza" descubren su debilidad real: si confiasen que les acompaña la razón, darían libertad para que siguiera cada cual a la Verdad donde creyera encontrarla. Lo siento por los que, llevados de las tradiciones de sus antepasados y del miedo, todavía no se atreven a seguir el Camino que lleva a la Verdadera Vida, N.S.Jesucristo.

Y no olvidemos lo que sempre se nos ha dicho: que la sangre de los mártires es semilla de nuevos fieles cristianos.
3/07/12 2:08 PM
InfoCatólica
Pedro de Madrid, le rogamos que deje de escribir con mayúsculas.
3/07/12 2:30 PM
Diana
Felicito a aquellos que continúan en la lucha y no se dejan vencer, lo ùnico que les puedo brindar son mis oraciones, ànimo que las fuerzas del infierno no prevalecerán.
Dios les de fortaleza y ofrezcan estos momentos difíciles por la conversiòn del mundo.
4/07/12 1:39 AM

Dejar un comentario



Los comentarios están limitados a 1.500 caracteres. Faltan caracteres.

No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.