(Efe) "Si dejase de hablar, sería nuestro conformismo lo que privaría a la sociedad de una vieja sabiduría que hemos recibido desde arriba y que ha estado presente y activa en las raíces de nuestra antropología y de nuestra historia", advirtió el prelado.
Según el cardenal, "la propuesta de la doctrina y del humanismo cristiano es enriquecedora porque apela al valor trascendente de la persona y salva a la sociedad del riesgo de un pensamiento único que todo lo aplana y uniformiza".
"Vivimos un fuerte secularismo en nuestras sociedades occidentales europeas y la carcoma del materialismo ha hecho un buen agujero en nuestras culturas. Detrás de la negación de Dios se esconde la cultura deshumanizadora", añadió Martínez Sistach, que ha encargado a Cáritas un programa para ayudar la reinserción laboral de los jóvenes.