(ACI) El primer día fue dedicado a "rezar por las mujeres para quienes un embarazo no es una buena noticia, para que sepan que tienen opciones". En el día 36 rezan "por las familias que hemos escogido. Que conozcan la bendición de la elección". En otros días piden oraciones para que las gestantes no escuchen a los pro-vida, por los médicos abortistas y para que los estudiantes de medicina aprendan a realizar abortos.
En el último día piden elevar una oración de acción de gracias y celebración porque "el aborto es aún seguro y legal".
Al respecto, Shawn Carney, director y cofundador de la exitosa campaña 40 Días por la Vida, en Estados Unidos, lamentó en declaraciones a ACI Prensa que estos religiosos usen a la gente "para rezar por más abortos y para que las mujeres aborten más".
"Cada aborto acaba con la vida de un ser humano inocentes, creado a imagen y semejanza de Dios". "Tenemos que rezar por cosas buenas que van a dar vida, no que la van a quitar", recordó.
"Hemos visto a Planned Parenthood en distintos anuncios a través del país intentando burlarse de la campaña de 40 Días por la Vida de muchas formas. Usualmente la llaman 40 Días de Acoso o 40 Días de Intolerancia", indicó y lamentó deploró que se manipule a las personas de esta manera.
Shawn Carney dijo también a ACI Prensa que "la industria del aborto está llena de personas que tienen mente, alma y corazón. Por eso hemos visto recientemente a 69 trabajadores de clínicas de abortos que se han convertido y han dejado sus trabajos".
Tras recordar que el movimiento pro-vida incluye a una gran cantidad de exabortistas, Carney recordó que la campaña que lidera, desde que comenzó, ha salvado a unos 6 mil bebés: "muchas de las madres nos dijeron que se levantaron esa mañana pidiéndole a Dios una señal mientras iban a la clínica abortiva". Los pro-vida rezando afuera de las clínicas abortistas, dijo, "fueron esa señal".
Shawn Carney también rechazó la insinuación del tríptico abortista sobre el hecho de que los pro-vida avergonzarían a las mujeres: "las personas afuera de los abortuarios son la última esperanza para el bebé, y también son la primera línea de misericordia. No hay una persecución cuando abortas. La misma industria del aborto avergüenza a las mujeres cuando les venden un aborto para luego despacharlas".