(Fides) Los cristianos sirios, dice el Vicario Apostólico, vivirán la Semana Santa en “voz baja”, sin ningún tipo de manifestación pública de culto: no lo han hecho el Domingo de Ramos, no harán procesiones ni Via Crucis públicos el Viernes Santo, ni oración, o Santa Misa al aire libre el domingo de Pascua, como era habitual.
“Queremos expresar de esta manera nuestra profunda solidaridad y cercanía a todo el pueblo de Siria, que sufre desde hace un año por causa de un grave conflicto” dice Mons. Giuseppe Nazzaro. La cercanía se manifiesta concretamente a través de Cáritas Siria, que acaba de recibir una ofrenda del Papa, enviada a través del Consejo Pontificio “Cor Unum”, y que “dará ayuda y asistencia humanitaria a muchas familias, cristianas o no, que han huido de sus hogares por la violencia”.
“Oramos por las víctimas y esperamos que pronto regrese una época de paz y reconciliación”, señala Mons. Nazzaro. El camino hacia la paz, dice el Vicario Apostólico, pasa a través de la aplicación del plan de paz de la ONU presentado por Kofi Annan: “pedimos que sea aceptado y aplicado por todas las partes interesadas, el gobierno y la oposición”.
El Vicario Apostólico desea que “la nación siria no siga siendo víctima de las presiones y los juegos políticos de las potencias extranjeras” y que “no se encuentre en manos de los grupos islámicos”. De cara al futuro, Mons. Nazzaro recuerda la necesidad de “garantizar un mayor respeto por la libertad religiosa y los derechos de las minorías”.