(Efe) María, una de las participantes en la protesta, se ha lamentado: “en vez de avanzar, vamos hacia atrás, estamos con las mismas consignas que hace veinte años y ya tendrían que haber entendido que las mujeres no somos madres, esposas y criadas”.
Las manifestantes, con pancartas con la leyenda: “Mi cuerpo es mío”, han proferido gritos contra el machismo y la homofobia y han repartido folletos con la reflexión de que la Iglesia tiene cada vez más poder en un estado aconfesional, en el que no debería imponerse ningún dogma.