(Agencias) La Policía actuó cuando uno de los manifestantes intentó trepar al árbol de Navidad de la Plaza, dispersando a los indignados. “Pusimos nuestra fe en el Vaticano, esperábamos que alguien saliera a detener esta violencia, pero nadie nos ayudó. Estábamos sentados en el suelo y nos golpearon con porras”, declaró uno de los integrantes del grupo, el español Julián García, al diario italiano Corriere della Sera.
“Hemos venido a manifestarnos en San Pedro para apropiarnos de una plaza que, como todas, debe ser del pueblo. El nuestro es un gesto simbólico para denunciar que el Vaticano tiene muchas riquezas y no paga tasas, no sufre la crisis”, afirmó Giovanni, de 24 años, uno de los pocos “indignados” que hablaba italiano,
El portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, defendió la actuación policial. “Teniendo en cuenta el lenguaje que usaban y las acciones que estaban emprendiendo, era evidente que estos ‘indignados’ querían usar la plaza de manera inapropiada, por lo que era justo y oportuno echarles de allí con la cooperación de la Policía”, explicó