(Agencias/InfoCatólica) Nueve de cada diez indignados que acampan desde hace once días frente a la catedral de San Pablo, en la City de Londres, para denunciar los excesos del sistema financiero, regresan a sus casas a pasar la noche, según indicaron ayer los medios británicos.
Unas imágenes obtenidas por helicópteros policiales revelan que la mayor parte de los activistas vuelven a sus hogares al terminar la jornada, lo que, según el diario británico The Times, contradice algunos de los eslóganes que portan los acampados, con mensajes como: "Todo el día, toda la semana, dormiremos en las calles heladas de Londres".
El campamento, de unas 200 tiendas de campaña, continúa atrayendo a cientos de manifestantes cada día, muchos de los cuales abandonan la protesta para pasar la noche en sus casas o en hogares de amigos, según el citado rotativo.
El reverendo Rob Marshall, portavoz de la Catedral de St. Paul, asegura que el campamento está trayendo la ruina, con unas pérdidas estimadas de 20.000 libras al día (a 14,50 libras la entrada). El templo decidió cerrar hasta nuevo aviso desde el sábado pasado, alegando razones de "salud y seguridad".
Los okupas han decidido mantener las tiendas junto a las escalinatas de St. Paul, aunque han levantado por si acaso un segundo campamento en Finsbury Square, en el perímetro de la City.