(EP) El director de la ONG Youth With a Mission, Terry Snow, informaba de aglomeraciones y colas de gente que se concentraba durante horas ante las puertas de los hospitales para recibir atención médica.La falta de cuidados desemboca en la muerte prácticamente instantánea en los casos más graves. El propio Snow intentó trasladar a un afectado a diversos hospitales que negaron la admisión del enfermo al estar todos repletos. El hombre falleció poco después en la furgoneta en la que estaba siendo trasladado.
“Esto no tiene precedentes. Jamás he visto un estallido similar”, declaró Snow, quien lleva viviendo en el país desde hace 20 años, a la cadena estadounidense CNN. De igual modo, la cooperante de Partners in Health y la Fundación Clinton, Sandrellie Seraphin, aseguró que la situación es terrible y que la población está “aterrorizada” ante la posibilidad de contraer la enfermedad.
Snow, que ahora se encuentra en la ciudad de Saint Marc, asegura que la situación “es muy caótica” por la constante “confusión y falta de comunicación” sobre la respuesta a la enfermedad. “La gente todavía está intentando averiguar qué es lo que tiene que hacer, y está completamente perdida”, aseguró a la cadena estadounidense.