(InfoCatólica) En la historia de la Iglesia, ha habido épocas de esplendor y épocas de decadencia, épocas de grandes fundaciones y construcciones monásticas y épocas en las que esas mismas fundaciones y construcciones se derrumban o se venden al mejor postor. Esto último es lo que está sucediendo con una de las grandes abadías históricas francesas, que acaba de ponerse a la venta.
La abadía de San Jorge, en Saint-Martin des Bois, es una de las más antiguas del país. Situada en el departamento de Loir-et-Cher, entre las ciudades de Tours y Blois, fue fundada en el siglo VI por Childeberto I, rey de los francos, uno de los hijos de Clodoveo, que se convirtió al catolicismo a finales del siglo V.
La historia del monasterio es muy accidentada. En el siglo VII se convirtió en monasterio benedictino. Tras ser destruido por los vikingos en el siglo X, fue reconstruido en el siglo XII por canónigos regulares. De esta época data la iglesia actual. Después de siglos de prosperidad, la abadía decayó en los siglos XVI a XVIII, tras lo cual fue asumida por los premonstratenses. Después, los edificios fueron secularizados y vendidos durante la Revolución Francesa, transformándose posteriormente en un palacio. A finales del siglo XX, los herederos de la familia propietaria decidieron entregar la propiedad, declarada monumento histórico, a la Iglesia.
La abadía fue entregada a la diócesis de Blois hace más de dos décadas, a condición de que se utilizara como lugar religioso. Los obispos diocesanos lo intentaron, pero sin éxito. En un principio se prestó a algunos monjes de la abadía de Flavigny, que pasaron varios años allí pero finalmente no crearon una comunidad permanente. Posteriormente, se intentó crear en ella un “centro de espiritualidad”, también sin éxito. En 2022 se declaró un incendio en su interior, que causó varios desperfectos y, a pesar de que el seguro está pagando la reparación, la diócesis ha llegado a la conclusión de que no puede “permitirse el mantenimiento” de la propiedad.
Intentando respetar la voluntad de los donantes, Mons. Bestion, obispo diocesano de Blois, ofreció la abadía a numerosas órdenes religiosas de toda Francia, pero “todas las respuestas fueron negativas”. En efecto, en el país galo, como en toda Europa, sobran monasterios y faltan monjes que recen en ellos.
Finalmente, “tras consultar con sus asesores”, Mons. Bestión “ha decidido poner la propiedad a la venta” a través de “una agencia”. Según el portal Riposte Catholique, la diócesis ha tomado esta decisión para “cubrir el déficit financiero provocado por la gestión de Mons. Batut [el anterior obispo] en la diócesis”.
Es difícil no ver en toda esta historia un símbolo de la situación del catolicismo en Francia, antigua “hija primogénita” de la Iglesia, en la cual hoy solo el 41% de la población dice creer en Dios.







