(LifeSite/InfoCatólica) Mons. Thomas Paprocki, obispo de Springfield, ha denunciado la aprobación del proyecto de ley SB 1950, que legaliza la eutanasia y el suicidio asistido en Illinois. En un comunicado contundente, el prelado condenó tanto el contenido de la norma como la forma en que fue aprobada.
«Es bastante significativo que las fuerzas de la cultura de la muerte en la Asamblea General de Illinois aprobaran el suicidio asistido por un médico el 31 de octubre, un día que, culturalmente, se ha convertido en sinónimo de glorificación de la muerte y del mal», afirmó Mons. Paprocki. «También resulta irónico que estos legisladores pro-muerte lo hicieran bajo el amparo de la oscuridad, a las 2:54 de la madrugada».
Una ley aprobada por estrecho margen
El llamado «Proyecto de Ley sobre Opciones de Fin de Vida para Pacientes con Enfermedades Terminales» fue aprobado por una diferencia mínima de 30 votos a favor y 27 en contra en el Senado estatal, donde los demócratas tienen mayoría. La Cámara de Representantes ya había dado su aprobación en mayo, con 78 votos a favor y 40 en contra.
El cardenal Blase Cupich, arzobispo de Chicago, criticó públicamente la iniciativa durante su debate inicial, recordando que «no es un acto de compasión ayudar a alguien a quitarse la vida».
Petición de veto al gobernador
El texto legislativo pasará ahora al gobernador demócrata J.B. Pritzker, abiertamente partidario del aborto, y que previsiblemente firmará la ley en los próximos 60 días. Si lo hace, Illinois se convertirá en el duodécimo estado de Estados Unidos en permitir esta práctica.
La Conferencia Católica de Illinois y la organización Patients Rights Action Fund han solicitado al gobernador que vete la norma.
«Con la aprobación de esta legislación, la Asamblea General de Illinois ha colocado a nuestro estado en una pendiente peligrosa que pone en riesgo el bienestar de los pobres y los marginados, especialmente de las personas con discapacidad, y puede tener consecuencias trágicas», advirtió la Conferencia Católica de Illinois.
Contenido del proyecto SB 1950
El proyecto de ley obliga a los médicos que atienden a pacientes con una esperanza de vida inferior a seis meses a informarles de «todas las opciones de atención al final de la vida, incluyendo los cuidados paliativos, la atención en hospicio, el control del dolor y los riesgos y beneficios previsibles de cada opción, para que el paciente pueda tomar una decisión libre e informada».
Según CatholicVote.org, el texto exige que el paciente formule la solicitud de acabar con su vida de forma verbal y por escrito, y que repita la petición oralmente al menos cinco días después. También incluye una serie de requisitos supuestamente destinados a garantizar que la decisión se tome con pleno conocimiento y consentimiento.
La enseñanza de la Iglesia sobre la eutanasia
La Iglesia Católica enseña que el suicidio y la eutanasia son actos gravemente contrarios a la ley de Dios. El Catecismo de la Iglesia Católica señala: «La eutanasia voluntaria, cualquiera que sea su forma o motivo, es un homicidio. Es gravemente contraria a la dignidad de la persona humana y al respeto debido al Dios vivo, su Creador» (CIC 2324).
Mons. Paprocki reafirmó esta enseñanza: «No nos engañemos: matarse a uno mismo no es morir con dignidad. Los médicos hacen un juramento de no causar daño. Ahora, pueden recetar la muerte».
El obispo denunció que «hay casos documentados de pacientes a los que se les ha negado tratamiento y se les ha ofrecido, en cambio, medicación para poner fin a su vida. También puede haber personas presionadas para ingerir el fármaco letal. El suicidio asistido por un médico socava el valor de cada persona, especialmente de los más vulnerables, los pobres y quienes tienen alguna discapacidad».
Un llamamiento a la oración y a la esperanza
Finalmente, Mons. Paprocki pidió a los católicos que recen para que el gobernador Pritzker vete la ley: «Illinois debería ser un estado que ofrezca compasión, cuidado y esperanza —no la muerte— como respuesta al sufrimiento humano», afirmó.







