(Agencias/InfoCatólica) Otro cambio político en el continente americano. Rodrigo Paz, ha vencido en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales con el 54,6% de los votos frente al expresidente del país, Jorge Tuto Quiroga, que ha aglutinado el 45,4% de los mismos.
Rodrigo Paz Pereira del Partido Demócrata Cristiano (PDC) es el presidente electo de Bolivia, tras vencer el 19 de octubre en una reñida segunda vuelta al expresidente boliviano Jorge «Tuto» Quiroga Ramírez, de la Alianza Libre.
Ambos eran vistos como candidatos de la derecha política, aunque Paz Pereira es considerado un poco más de centro. Culminan así casi dos décadas del gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS), que llevó al poder a Evo Morales en 2005, y al que también pertenece el saliente mandatario Luis Arce.
«Quiero agradecer a nuestro Dios»
En su primer discurso como presidente electo, la noche del 19 de octubre, Paz Pereira expresó: «Quiero agradecer a nuestro Dios (...) porque es un Dios bendito que también da audacia para tomar decisiones que conllevan a la patria, que conllevan a momentos como estos».
«Dios, la familia y la patria es la base de una visión que tenemos respecto a nuestro compromiso con toda Bolivia, con todos los bolivianos y con todas las bolivianas», aseguró más adelante.
Dijo además que «es con amor que la patria se resuelve, no con odios ni divisiones. Es con la capacidad de unirnos todos en función de sacar la patria adelante», y alentó a que no haya «más guerra sucia en Bolivia».
Recordando que desde la primera vuelta lo había ofrecido, Paz Pereira aseguró que «hoy día, desde la victoria, extendemos la mano para gobernar con todos los hombres y mujeres que quieran a la patria».
«Este no es un problema ideológico, porque sabemos los bolivianos que la ideología no da de comer. Lo que da de comer es el derecho al trabajo, lo que da de comer es instituciones fuertes, lo que da de comer es seguridad jurídica, el respeto a la propiedad privada, lo que da de comer es tener certidumbre en tu futuro, y eso es lo que queremos trabajar», aseguró.
Nacido en Santiago de Compostela (España), el 22 de septiembre de 1967, Paz Pereira es hijo del expresidente boliviano Jaime Paz Zamora, líder histórico del desaparecido Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de Bolivia, y la española Carmen Pereira. Nació en el país ibérico durante uno de los muchos exilios a los que se vio obligado su padre a raíz de su vida política.
Entrevistado durante la campaña por el canal cristiano boliviano XTO TV, Rodrigo Paz Pereira aseguró que Dios tiene un papel «central» en su vida. Tras recordar que es católico, destacó que «cada vez que veo a Cristo ahí crucificado, yo digo, siempre veo el esfuerzo, el sacrificio humano en todo ese proceso».
«Si algo te ha dado Dios es vida, úsala, tenla presente, cuídala», dijo, destacando que esa perspectiva lo lleva a considerar dos aspectos: «uno es amar a Dios sobre todas las cosas, que te da este entorno, medio ambiente; y el otro es con el prójimo, esa enseñanza de respeto, de amar al prójimo».
«Si te pones a ver todas las posibles normas o los mandatos es complicado, pero si medianamente cumples estas dos, tienes una relación yo creo buena en familia, intentas cumplir tu relación con el prójimo, porque tu hija es prójimo, tu esposa es prójimo, o sea, es parte de un entorno. Y si concibes esta primera, también entiendes el entorno grande, medioambiental, el concepto verde, y de ahí han nacido muchas propuestas dentro del programa de gobierno».
Ha mantenido declaraciones poco explícitas respecto a temas como aborto, eutanasia y matrimonio homosexual, priorizando mensajes de respeto a la Constitución y los derechos humanos, pero sin asumir compromisos abiertos a favor de reformas en estas áreas.
En una declaración a la agencia española EFE, Paz Pereira destacó además que en su natal Santiago de Compostela «me volví muy devoto del tata Santiago, que en Bolivia tiene una relación muy estrecha con las áreas rurales y el campesinado».
Los obispos: «Que lleguen días mejores para Bolivia»
La Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) publicó un comunicado, «Nueva Etapa para Bolivia», en el que se señalaba que «los desafíos son grandes, y confiamos en que el nuevo gobierno electo sabrá afrontarlos, priorizando el bienestar de todos los bolivianos».
Entre estos desafíos, los obispos bolivianos enumeraron: «la atención a las familias que viven en situación de pobreza, la mejora del acceso a la salud y a los medicamentos, la educación, la atención preferente a los sectores más vulnerables, así como el abastecimiento de combustibles y la reactivación económica».
Destacando la «jornada democrática pacífica» del domingo 19 de octubre, los obispos señalaron que «esta participación expresa la esperanza de todos: que lleguen días mejores para Bolivia».
La CEB hizo «un llamado a todos los actores políticos y sociales», para que todos asuman «con serenidad los resultados del proceso electoral, respetando la decisión soberana del pueblo boliviano, para trabajar unidos por el bien del país».
«A quienes han sido elegidos, les recordamos que su mandato debe ejercerse con ética, transparencia y espíritu de servicio, anteponiendo siempre el bien común a los intereses personales o partidarios. No defrauden la confianza que el pueblo ha depositado en ustedes», expresaron.
También pidieron a todos los bolivianos que se comprometan «con la construcción de un mañana distinto, manteniendo viva la esperanza y el compromiso en la construcción de mejores días para Bolivia, respetándonos mutuamente y reafirmando el diálogo como camino de reencuentro y desarrollo, para sacar adelante nuestra economía».
«Confiamos el presente y el futuro de nuestra amada Bolivia a la protección de Dios, Señor de la vida y de la historia, y a la intercesión de nuestra Madre, la Virgen María. Pedimos a nuestro Creador que derrame sus bendiciones sobre nuestra Patria y sobre las autoridades elegidas, e inspire a todos los bolivianos a trabajar unidos por la justicia, la reconciliación y el progreso de la nación», concluyeron los obispos.






