(CNA/InfoCatólica) Los obispos presentaron un escrito amicus curiae (*) el 18 de septiembre instando a la Corte Suprema a mantener las prohibiciones estatales sobre la participación de hombres biológicos en deportes femeninos.
Los obispos se unen así a otros 50 escritos presentados antes de que se juzguen los casos State of West Virginia v. B.P.J. y Little v. Hecox.
El escrito apoya a los demandantes en ambos casos, que surgieron a raíz de demandas interpuestas por jóvenes que se identifican como mujeres y que impugnaron las prohibiciones estatales contra la participación de chicos en deportes femeninos.
En el escrito, la USCCB señaló que lo presentaba para abordar «los errores jurídicos en las decisiones de los tribunales inferiores y los desastrosos efectos prácticos que esas decisiones podrían tener en las instituciones católicas».
El caso West Virginia v. B.P.J. se originó por la demanda de un niño de 11 años contra el estado a raíz de su Ley de Protección del Deporte Femenino, después de que se le prohibiera unirse a una liga exclusiva para chicas. El Tribunal de Apelaciones del Cuarto Circuito bloqueó la ley, alegando que su aplicación perjudicaría al menor «por razón de sexo».
El caso Little v. Hecox implicaba a un atleta masculino que demandó al estado por su Ley de Equidad en el Deporte Femenino. El Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito también mantuvo el bloqueo de la ley en 2023. Ambos casos serán escuchados por el Tribunal Supremo a partir de octubre, que deberá decidir si los estados tienen derecho a prohibir la participación de varones en ligas deportivas femeninas.
«Estos casos plantean si la Cláusula de Igual Protección o el Título IX prohíben a los estados crear competiciones deportivas exclusivamente femeninas», escribieron los obispos. «Ninguno lo hace, y cualquier otra respuesta podría ser catastrófica para las instituciones católicas.»
«Las leyes que crean deportes exclusivos para mujeres superan el escrutinio legal. Dado el valor de las lecciones que el deporte imparte, los estados persiguen un objetivo gubernamental importante al garantizar que niñas y mujeres puedan competir.»
«Estas leyes sirven a ese objetivo y guardan una relación sustancial con él: dadas las ventajas atléticas inherentes que poseen los varones, crear equipos exclusivamente femeninos garantiza que niñas y mujeres puedan competir con seguridad y equidad.»
Dado que las organizaciones católicas participan en muchos programas federales, «podrían verse obligadas a renunciar a dicha financiación si el Título IX se interpreta como una exigencia de permitir que los varones compitan en deportes femeninos», explicaron los obispos. «Forzar a las escuelas católicas a salir de los programas federales perjudicará al alumnado en todo el país.»
«Si las escuelas católicas se vieran obligadas a permitir que los varones compitieran en o contra sus equipos exclusivamente femeninos, tendrían que abandonar sus programas deportivos o dejar de aceptar financiación federal», continuaron los obispos. «Esto se debe a que permitir tal competición socavaría las enseñanzas católicas fundamentales sobre las diferencias inmutables y divinas entre los sexos.»
(*) Un amicus curiae (expresión en latín que significa «amigo del tribunal») es una persona, institución u organización que no es parte directa en un caso judicial, pero que interviene presentando información, argumentos o consideraciones jurídicas relevantes con el objetivo de ayudar al tribunal a tomar una decisión informada.
Características clave:
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No es parte del litigio: El amicus no representa ni al demandante ni al demandado.
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Presenta un escrito legal: Suele hacerlo en forma de un escrito amicus curiae, que expone su punto de vista sobre el caso.
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Tiene interés en el resultado: Aunque no esté directamente implicado, el amicus suele tener un interés legítimo en cómo se resuelva el caso, porque puede afectar a su ámbito de actuación, valores, creencias o políticas.
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Debe ser autorizado: En muchos tribunales, especialmente en los superiores como la Corte Suprema de Estados Unidos, el amicus debe pedir permiso para presentar su escrito.
El objetivo principal de un amicus curiae es enriquecer el debate jurídico aportando una perspectiva especializada, técnica, ética, social o institucional que las partes del caso quizás no representen del todo.







