(Divine Box/InfoCatólica) En Bouzy-La-Forêt, cerca de Orleans (Francia) se encuentra un monasterio benedictino fundado en 1999, pero cuya comunidad es mucho más antigua. Las monjas siguen la Regla de San Benito, combinando una vida de oración y trabajo.
Si bien la televisión pública francesa es de un carácter marcadamente laicista, la cadena France 3 ha vuelto a emitir este mes un programa sobre las monjas de Bouzy-La-Forêt. La causa de la fascinación de la cadena es que en Francia las benedictinas de Bouzy son conocidas por su elaboración de una loción natural con múltiples beneficios y muy popular entre los franceses, cuya receta es secreta y se remonta al siglo XVII.
La Revolución Francesa, como siempre
Las hermanas de Bouzy-la-Forêt pertenecen a la congregación benedictina de Nuestra Señora del Calvario, una comunidad fundada a principios del siglo XVII, que se estableció definitivamente en Orleans en 1638. Por desgracia, como sucedió en tantas otras casas religiosas de todo el país, la Revolución Francesa clausuró el monasterio. En un doloroso episodio, se disolvió la comunidad y en 1792 las hermanas fueron expulsadas sin contemplaciones, tras lo cual el nuevo Estado republicano convirtió el monasterio en almacenes para el ejército.
A pesar de ello, la comunidad no se rindió y catorce años después, en 1800, durante el Primer Imperio, un pequeño grupo de monjas se instaló justo detrás de la catedral de Orleans, de manera algo precaria. En el período siguiente, el monasterio llegó a convertirse en la casa madre de la congregación benedictina de Nuestra Señora del Calvario. Durante la Segunda Guerra Mundial, los edificios quedaron gravemente dañados por el conflicto y, en 1956, las benedictinas tuvieron que trasladarse de nuevo, esta vez a la zona de Saint-Jean-de-Braye, a las afueras de la ciudad.
La comunidad hoy
En 1999, encontraron por fin un hogar estable en el pueblo de Bouzy-la-Forêt, a unos cuarenta kilómetros de Orleans, donde han construido un nuevo monasterio, que actualmente alberga a trece monjas. Una de las ventajas de la nueva ubicación es la cercanía de la abadía de benedictinos de Fleury, situada en un pueblo próximo, lo que permite realizar una oración común el día de Santa Escolástica, hermana de San Benito.
Las hermanas viven según la Regla de San Benito y su lema de "ora et labora", oración y trabajo. Sus jornadas están marcadas por las siete horas canónicas de alabanza a Dios, la primera de las cuales comienza a las 6:30 h. A esto se añade el tiempo dedicado al trabajo. Además de las tareas habituales de una comunidad (como limpieza, cocina u hospitalidad), las hermanas dedican sus esfuerzos a la elaboración de su famosa eau d'emeraude (agua de esmeralda), una loción cuya receta se mantiene en secreto desde hace siglos.
El agua de esmeralda, un secreto bien guardado
Los orígenes del agua de esmeralda se remontan al siglo XVII, poco después de la creación de la Congregación de las Benedictinas de Nuestra Señora del Calvario. Según la leyenda, fue un boticario quien confió este secreto a una futura monja. Al compartir la receta de esta loción, le aseguró que «con esto, ¡tus hermanas nunca se quedarán sin pan!». Era su forma de agradecer a la comunidad la ayuda que le habían brindado unos años antes. La predicción se cumplió, porque durante casi 400 años, la receta de esta loción, que las hermanas se han ido transmitiendo de generación en generación, ha sido un éxito rotundo.
Ya en el siglo XVII, la marquesa de Sévigné elogió las virtudes del agua esmeralda. En efecto, en una carta a su hija decía: «Me pongo agua de esmeralda, tan agradable, en la pierna... me alivia y lo mejora todo». El agua de esmeralda es una loción para la higiene cutánea y bucal, elaborada con miel y tres plantas (salvia, menta y romero), mediante un proceso de fermentación y destilación. Los beneficios que proporciona, según las monjas, son numerosos, entre ellos:
- Alivia la irritación de la piel de adolescentes y adultos causada por el afeitado
- Relaja los músculos y tendones sobrecalentados en los deportistas
- Ayuda a curar pequeñas lesiones y picaduras cotidianas en los niños, gracias a sus propiedades antisépticas
- Alivia el reumatismo en las personas mayores
El trabajo de elaboración es principalmente manual, aunque utilizan algunas máquinas simples para las etiquetas o el embotellado. Durante el trabajo, según cuentan las monjas, “el espíritu puede elevarse hacia el Señor. Es la ocasión de rezar por nuestros proveedores, nuestros vendedores y los futuros usuarios del agua de esmeralda y también de interceder ante el Señor por todas las personas que nos confían sus intenciones (y son muchas)”.
Otro de los secretos es que todo se bendice. Cada año, antes de la nueva campaña de destilación, se bendicen “todo el material, las materias primas, el primer alambique del año y, por supuesto, las hermanas y a las personas que trabajan allí, para hacer que se aleje el Maligno y que podamos realizar esas actividades bajo el signo de la paz y la caridad fraterna”.
La venta del agua de esmeralda supone el 70% de los ingresos de la comunidad de benedictinas. Se puede comprar directamente en el Monasterio de Bouzy-la-Forêt (Monastère Notre-Dame, 73 Route de Mi Feuillage, 45460 Bouzy-la-Forêt (Francia)) y aprovechar para saludar a las hermanas y participar en sus celebraciones litúrgicas. Para quien no pueda desplazarse tan lejos, también es posible hacer clic aquí para comprar agua esmeralda del monasterio de Bouzy-la-Forêt en línea.







