(ACI/InfoCatólica) Es indudable que la figura de Carlo Acutis, hoy San Carlo, está sirviendo como catalizador de diversas iniciativas.
La agencia ACI, contaba esta semana que el P. Santiago Martín, fundador de los Franciscanos de María, ha lanzado un nuevo apostolado online mundial, Jóvenes Eucarísticos con San Carlo Acutis, para seguir el ejemplo del joven santo, porque la devoción eucarística «continúa en la vida».
El P. Martín, fundador de los Franciscanos de María, explica en diálogo con ACI Prensa que el núcleo de su propuesta espiritual radica en el agradecimiento:
«Nuestra espiritualidad es la del agradecimiento, o dicho de otra forma, hacer de nuestra vida una Eucaristía. Hacer de nuestra vida un agradecimiento, porque la Eucaristía significa acción de gracias». Su carisma se centra en «enseñar a la gente a agradecer, o dicho de otra forma, ayudar a todos a que su vida sea una Eucaristía».
La conexión con San Carlo Acutis no es reciente. El sacerdote español relata que han cultivado esta vinculación durante años mediante visitas regulares a Asís, lugar de sepultura del santo, y manteniendo una relación cercana con Antonia Salzano, su madre.
«Para nosotros San Carlo Acutis es una persona realmente importante» porque consideraba que «la Eucaristía era su camino hacia Dios, su autopista, decía él. Para nosotros la Eucaristía no termina en la Eucaristía. Es decir, la Eucaristía se continúa después de la Eucaristía, no sólo en la adoración, sino en la vida».
El P. Martín, apoyado en la coherencia de vida de San Carlo Acutis, quiere con este nuevo apostolado, ayudar a los jóvenes a vivir una vida coherente.
Para ello han formado a numerosos catequistas que ofrecerán formación a los jóvenes eucarísticos, que se comprometerán a realizar un propósito extraído del Evangelio del domingo, a hacer al menos media hora semanal de adoración al Santísimo, a participar, al menos, en la Misa dominical, a confesarse al menos una vez al mes y a comulgar en gracia.
En la convocatoria, se especifica un requisito esencial: «La condición es que tienen que inscribirse libremente. Ni los padres ni los abuelos pueden inscribirlos. Tienen que ser ellos los que quieran hacerlo».
A este respecto, el P. Martín señala que aunque es natural y positivo que los padres velen por la fe de sus hijos, por ejemplo, decidiendo que se formen para recibir un sacramento, en este caso, «tienen que tomar sus decisiones».
«No estamos hablando de un sacramento, estamos hablando de la participación en un grupo que si no se hace de forma voluntaria y libre, no va a funcionar. Ese chico va a estar de mala gana en el grupo, él no va a aprovechar y, al contrario, va a hacer daño a otros. Por eso el requisito es que vayan con libertad, que quien quiera ir, que se apunte», argumenta el sacerdote.
En apenas una semana, la iniciativa ya había recibido más de 200 solicitudes. El fundador de los Franciscanos de María se muestra convencido de que «para el joven es más fácil conectarse con el WhatsApp que hacer una reunión en la inhóspita sala de catequesis de su parroquia».
En cambio, reunirse con personas de Bogotá, de Buenos Aires, de Madrid, o de Nueva York, «es una riqueza enorme», como lo demuestra, de otra manera, la experiencia de las Jornadas Mundiales de la Juventud: «El joven experimenta que fuera de su círculo inmediato hay católicos, y hay católicos jóvenes. Y eso les entusiasma, les ayuda y les motiva mucho».
En estos días, los Franciscanos de María se afanan en conformar los grupos juveniles online, cuadrando los diferentes husos horarios, lo cual no les es ajeno, pues están presentes en 70 países y con más de 3.000 escuelas de agradecimiento online.
«En cualquier día y cualquier hora hay una escuela de agradecimiento preparada. Y cada año es una cantidad enorme de gente que se inscribe. El curso que estamos terminando, porque va de octubre a octubre, este curso que estamos terminando se han inscrito 3.200 personas nuevas», destaca el P. Martín, sobre sus grupos de adultos.
Todos estos proyectos están relacionados con el amor a la Virgen: «No entendemos, no podemos entender una vida católica sin amar a la Virgen. Y no podemos ni queremos entender un amor a la eucaristía sin amar a la Virgen».
«¿Por qué? Porque ella fue el primer sagrario. La primera procesión del Corpus la hizo ella cuando fue desde Nazaret a Belén. La primera procesión, cuando fue a Ainkarem, que fue a ver a su prima», recuerda el presbítero.
Por ello, añade una última llamada a quienes quieran sumarse al Movimiento Juvenil Jóvenes Eucarísticos con Carlo Acutis: «Invito a todos los jóvenes que quieran amar a la Virgen y que quieran amar a la Eucaristía que se unan a nosotros».
Para poder formar parte de este nuevo apostolado es necesario escribir un correo electrónico indicando nombre, ciudad y país, edad, día de la semana y hora en que pueden reunirse a la dirección [email protected].







