León XIV dice que su enfoque hacia los católicos LGTBQ será similar al de Francisco

Critica las bendiciones rituales a parejas gays, que él dice que no son aprobadas por Fiducia Supplicans.

León XIV dice que su enfoque hacia los católicos LGTBQ será similar al de Francisco

En una extensa entrevista concedida a la periodista Elise Ann Allen con motivo de una nueva biografía sobre su figura, el papa León XIV ha declarado que su enfoque hacia los católicos LGBTQ será similar al de su predecesor: una actitud de acogida sin modificar la doctrina de la Iglesia. «La familia es padre, madre e hijos. Creo que el papel de la familia en la sociedad, que en ocasiones ha sufrido en las últimas décadas, debe ser nuevamente reconocido y fortalecido»

(Crux/InfoCatólica) «Lo que intento decir es lo que Francisco expresó muy claramente cuando decía: “todos, todos, todos”. Todos están invitados, pero no invito a una persona por ser o no ser de una identidad específica. Invito a una persona porque es hijo o hija de Dios», afirmó el papa.

Estas declaraciones las hizo a Elise Ann Allen, en la segunda de dos amplias entrevistas para su nueva biografía León XIV: ciudadano del mundo, misionero del siglo XXI, publicada este jueves por Penguin Perú.

El papa León concedió dos entrevistas separadas para el libro, que suman en total unas tres horas de conversación. La primera tuvo lugar el 10 de julio, en su residencia de verano en Castel Gandolfo, y la segunda se llevó a cabo el 30 de julio, en su apartamento dentro de la Piazza Sant’Uffizio del Vaticano.

En la segunda entrevista, que constituye el capítulo final del libro, León afirmó que, por el momento, no tiene un plan específico para implicarse con la comunidad LGBTQ+, aunque subrayó la importancia de la inclusión, al tiempo que defendía la familia tradicional basada en el matrimonio entre un hombre y una mujer.

Se refirió a lo que calificó como una «obsesión» occidental con la sexualidad, citando a un cardenal del este global que, durante el Sínodo de los Obispos sobre la Sinodalidad convocado por el papa Francisco, lamentó que «el mundo occidental está fijado, obsesionado con la sexualidad».

«La identidad de una persona, para algunas personas, gira en torno a la identidad sexual, y para muchas personas en otras partes del mundo, eso no es un tema prioritario en cuanto a cómo debemos tratarnos los unos a los otros», afirmó el papa León.

Reconoció que ese comentario sigue «presente en mi mente, porque, como hemos visto en el sínodo, cualquier cuestión relacionada con temas LGBTQ genera una enorme polarización dentro de la Iglesia».

León dijo que está «intentando no seguir polarizando ni fomentar la polarización en la Iglesia», pero declaró con claridad que está promoviendo la actitud adoptada por el papa Francisco: «Todos están invitados, pero no invito a una persona por ser o no ser de una identidad específica».

«Todos sois bienvenidos, y vamos a conocernos y respetarnos mutuamente», añadió, señalando que otros temas concretos surgirán con el tiempo y se abordarán entonces.

Dice que no es probable que cambie la doctrina

El papa León reconoció que muchas personas desean que la Iglesia cambie su doctrina sobre la homosexualidad, pero expresó su convicción de que «antes de pensar siquiera en cambiar lo que la Iglesia dice sobre cualquier cuestión, tenemos que cambiar las actitudes».

«Me parece muy poco probable, al menos en un futuro próximo, que la doctrina de la Iglesia respecto a lo que enseña sobre la sexualidad y sobre el matrimonio vaya a cambiar», afirmó.

Familia natural y bendiciones a homosexuales

León manifestó su intención de continuar hablando sobre el valor de la familia «formada por un hombre y una mujer en compromiso solemne, bendecido en el sacramento del matrimonio», como hizo el papa Francisco durante su pontificado.

«Incluso decir eso, sé que algunas personas lo recibirán mal», afirmó, y criticó a algunos grupos eclesiales del norte de Europa que, según dijo, ya están organizando bendiciones rituales de «personas que se aman» como forma de avalar las uniones entre personas del mismo sexo.

Estas acciones, dijo, van «específicamente en contra del documento aprobado por el papa Francisco, Fiducia supplicans, que básicamente dice que, por supuesto, podemos bendecir a todas las personas, pero no se busca ritualizar ningún tipo de bendición porque eso no es lo que enseña la Iglesia».

«Eso no significa que esas personas sean malas, pero creo que es muy importante entender cómo aceptar a los que son diferentes de nosotros, cómo aceptar a personas que toman decisiones en su vida y respetarlas», afirmó.

No al matrimonio homosexual y el transgenerismo

León reconoció que el tema LGBTQ+ se convierte en una cuestión conflictiva cuando se pide el reconocimiento formal del matrimonio entre personas del mismo sexo o la aprobación del transgenerismo.

«Los individuos serán aceptados y acogidos», dijo, señalando que los sacerdotes que confiesan regularmente han escuchado a «todo tipo de personas» con «todo tipo de situaciones de vida y decisiones tomadas», y que no juzgan, pero que, por el momento, «la enseñanza de la Iglesia continuará como está».

En su respuesta a otra pregunta sobre la cuestión LGBTQ+, además de insistir en una actitud de acogida y respeto sin modificar la enseñanza de la Iglesia, el papa León afirmó que hay que apoyar «lo que llaman la familia tradicional».

«La familia es padre, madre e hijos. Creo que el papel de la familia en la sociedad, que en ocasiones ha sufrido en las últimas décadas, debe ser nuevamente reconocido y fortalecido», dijo, preguntándose si la polarización que divide a la sociedad moderna no se debe en parte a que muchas personas crecieron en entornos familiares disfuncionales.

Las familias son el primer lugar donde las personas aprenden a amar y respetar a los demás, y a convivir y tolerar a quienes piensan distinto, al tiempo que forman «lazos de comunión», explicó el papa.

«Esa es la familia. Si eliminamos ese bloque fundamental, se vuelve muy difícil aprender eso por otros medios», afirmó.

León dijo creer firmemente que él es quien es hoy gracias a que tuvo «una relación maravillosa con mi padre y mi madre. Tuvieron un matrimonio muy feliz durante más de 40 años».

«Incluso hoy en día la gente comenta esto, también con mis hermanos. Seguimos siendo muy unidos, aunque uno esté en un extremo político y estemos en lugares distintos», añadió, afirmando que su sólida y sana vida familiar en la infancia «ha sido un factor extremadamente importante para ser quien soy y para poder ser quien soy hoy en día».


Transcripción y traducción de sus palabras:

Más allá de las opiniones ideológicas muy marcadas que pueden existir sobre este tema (ndr:LGTBQ), ¿cómo piensa abordarlo?

Bueno, eh, no, no tengo un plan por el momento. Ya me han preguntado sobre eso un par de veces durante estos primeros meses, sobre la cuestión LGBT, qué vas a decir, y, y eh, recuerdo algo que me dijo un cardenal de la parte oriental del mundo, hace algún tiempo. Fue algo muy potente. Dijo que el mundo occidental está obsesionado con la sexualidad. Que, para algunas personas, la identidad de una persona se reduce completamente a su identidad sexual. Y, y para muchas personas en otras partes del mundo, esa no es la cuestión principal en cuanto a cómo debemos relacionarnos entre nosotros.

Así que, eso, debo confesarlo, lo tengo en mente, porque, como vemos en el Sínodo, cualquier cuestión relacionada con temas LGBTQ también es altamente polarizante dentro de la Iglesia. Y por ahora, debido a lo que ya he intentado demostrar y vivir en cuanto a mi comprensión de lo que significa ser Papa en este momento de la historia, estoy intentando no seguir polarizando ni fomentar la polarización dentro de la Iglesia. Y estoy intentando decir—esto lo dijo Francisco de forma muy clara cuando decía: «Todos, todos, todos». Todos están invitados a entrar. Pero no invito a una persona por ser o no ser de una identidad específica. Invito a una persona porque es un hijo o hija de Dios, y decimos: todos sois bienvenidos, y vamos a conocernos y a respetarnos mutuamente.

Y en algún momento, cuando surjan cuestiones concretas—obviamente, en algún momento, la gente quiere que la doctrina de la Iglesia cambie, y quieren que cambien las actitudes—creo que tenemos que cambiar las actitudes antes de cambiar nunca la doctrina. Me parece, eh, muy poco probable que, ciertamente en el futuro inmediato, la doctrina de la Iglesia en cuanto a lo que enseña sobre la sexualidad, lo que enseña sobre el matrimonio—ya he hablado del matrimonio—, como decía el Papa Francisco cuando era Papa, hablaba de la familia como un hombre y una mujer en un compromiso solemne bendecido por el sacramento del matrimonio. Pero incluso decir eso, entiendo que a algunas personas les siente mal y, y eh, ya en el norte de Europa están publicando rituales de bendición para personas que se aman, como ellos lo expresan, y eso va específicamente en contra del documento que aprobó el Papa Francisco, *Fiducia Supplicans*, que básicamente dice que, por supuesto, podemos bendecir a todas las personas, pero que no se puede ritualizar algún tipo de bendición, porque eso no es lo que enseña la Iglesia. Eso no significa que esas personas sean malas personas. Pero, y quiero decir, creo que es muy importante, una vez más, entender cómo aceptar a los demás que son diferentes de nosotros, cómo aceptar a las personas que toman decisiones en su vida y respetarlas.

Eh, pero, pero yo entiendo que este es un tema muy delicado y que algunas personas van a exigir decir: «Queremos el reconocimiento del matrimonio homosexual», por ejemplo, o «queremos el reconocimiento de las personas trans», que digan: esto está oficialmente reconocido y aprobado por la Iglesia. Los individuos serán aceptados y recibidos. Cualquier sacerdote que haya escuchado confesiones habrá escuchado confesiones de todo tipo de personas, con todo tipo de problemas, todo tipo de estados de vida y decisiones que han tomado. Eh, pero, pero creo que la enseñanza de la Iglesia continuará tal como está y, y eso es lo que tengo que decir al respecto por ahora. Muy importante. Las familias necesitan ser apoyadas, lo que llaman la familia tradicional, la familia es padre, madre e hijos. Creo que el papel de la familia en la sociedad, que en ocasiones ha sufrido en las últimas décadas, eh, creo que eso debe volver a reconocerse y fortalecerse. Y me pregunto en voz alta si la cuestión de la polarización y de cómo nos tratamos unos a otros no proviene también de situaciones en las que, eh, las personas no crecieron en el contexto de una familia donde aprendemos—ese es el primer lugar donde aprendemos lo que significa amar a los demás, cómo convivir con los demás, cómo tolerarnos mutuamente y cómo formar vínculos de comunión. Esa es la familia. Si se elimina ese bloque básico de construcción, se vuelve muy difícil aprender eso de otras maneras. Así que creo que ahí hay elementos muy clave que necesitan...


 

Esta noticia no admite comentarios.