(OSV/InfoCatólica) La XII Cumbre de Paz del Consejo de Gniezno (Polonia), celebrada del 11 al 14 de septiembre está ofreciendo a los católicos la valiente defensa de la fe de prelados africanos. Primero fue el Cardenal Sarah, que habló sobre las amenazas contemporáneas para el ser humano y la vigencia de la enseñanza de san Juan Pablo II.
Hoy se ha publicado en OSV una entrevista al Cardenal Ambongo por Paulina Guzik. Con ambos queda muy patente el orden prioridades de las comunidades católicas que sufren el martirio y su adhesión al Evangelio frente a otros países, prelados y cardenales más aburguesados y contemporizadores con «el mundo».
El Cardenal, que también es el actual presidente de la SECAM (como la CELAM pero para todo África) además de tocar temas más locales como la situación en el Congo, el papel de la Iglesia y el ejemplo que supone San Juan Pablo II, también tocó con Guzik tres temas nucleares y que están aflorando en las entrevistas de numerosos cardenales y teólogos en este principio de curso.
Por un lado la tarea del Papa que Ambongo centra en dos aspectos y por otro el desastre que supuso «Fiducia Supplicans»
Garantizar la unidad de los católicos
«Cuando eres Papa, tu primera responsabilidad es garantizar la unidad de los católicos, como sabes, dentro de la Iglesia. La Iglesia católica es universal. A veces hay tendencias en una dirección u otra. Y el papel del papa es mantener a todos unidos en la misma familia, independientemente de nuestras sensibilidades, independientemente de nuestras opiniones».
«Todos somos católicos. Y cuando decimos católicos, somos católicos basados en ciertos valores que compartimos en común. Basados en ciertas prácticas que compartimos en común. Eso es lo que hace que la Iglesia sea católica».
Confirmar a los católicos en su fe
El segundo reto, dijo el prelado congoleño, «es confirmar a los católicos en su fe. El Papa no está ahí para crear dudas, sino para confirmar los artículos fundamentales de nuestra fe católica», y añadió que «el otro reto es la voz profética de la Iglesia».
«En un mundo que se desmorona, en un mundo en el que ya no hay valores, en el que ya no creemos en los principios, en el que ya no creemos en lo que llamamos la ley... La voz profética del Papa es extremadamente importante»
Unas palabras que parecían anticipar lo que manifestó el Papa León previo a la publicación de su próximo libro-entrevista: «Espero poder confirmar a los demás en su fe, porque ese es el papel más fundamental del Sucesor de Pedro»
«Fiducia Supplicans», «un mal capítulo en la historia» del papa Francisco
Respecto al modo, el Cardenal desea que el Papa sea «ante todo un pontífice soberano que escuche» a sus colaboradores y al pueblo de Dios.
Dijo que, para él, el Papa León «es un hombre que habla muy poco pero escucha mucho. ... Y cuando hay grandes decisiones que afectan a la mayoría de los fieles, también es necesario escuchar ampliamente antes de tomar una decisión para evitar lo que tuvimos con «Fiducia».
La actuación del Cardenal Ambongo fue determinante para contener los nocivos efectos de la Declaración del Cardenal Tucho y firmada y defendida por el Papa Francisco.
«Nosotros, los obispos africanos, no consideramos apropiado que África bendiga las uniones homosexuales o las parejas del mismo sexo porque, en nuestro contexto, esto causaría confusión y estaría en contradicción directa con el espíritu cultural de las comunidades africanas», afirmó.
«Creo que Fiducia es un mal capítulo en la historia, diría yo, del papa Francisco, porque es un documento que se hizo público entre las dos sesiones del Sínodo sobre la Sinodalidad». «Lo mínimo que esperábamos», dijo, «era que se debatiera, al menos en el sínodo. No se debatió».
Esta afirmación es una dura crítica a cómo se entendía la Sinodalidad y que parece que Papa León está redefiniendo.
El documento, dijo, «causó mucho daño a los fieles católicos, e incluso más allá».
El cardenal dijo que, ante las críticas no solo de los cristianos, sino también de otros líderes religiosos del continente, «asumí la responsabilidad». Dijo que «vio reacciones procedentes de todos los lados», incluyendo «laicos enfadados, sacerdotes, religiosos y religiosas, y obispos muy enfadados».
Cada conferencia episcopal africana revisó el documento
Por lo tanto, como presidente de la SECAM, continuó Ambongo: «Escribí a todas las conferencias episcopales de África para decirles que no debíamos reaccionar emocionalmente. Pedí a cada conferencia episcopal que se reuniera, analizara el documento y me comunicara su reacción. Y eso es lo que hicieron las conferencias».
«El día que llegué, el papa Francisco me recibió. Hablamos sobre ello y creo que, a partir de ese momento, cambió de opinión. Y desde entonces, no se ha vuelto a hablar de Fiducia Supplicans», afirmó, señalando que hizo público el documento de reacción «con el permiso del papa» y que «no era una declaración contra el papa, sino que él entendió que se trataba de un error por su parte».
Cuando OSV News preguntó al cardenal Ambongo si el papa Francisco se arrepentía de haber publicado «Fiducia Supplicans», el cardenal Ambongo respondió que «no puede entrar en detalles porque se trata de información confidencial», pero que el papa le autorizó a publicar el documento titulado «No a la bendición de parejas homosexuales en las iglesias africanas».
«Al menos entendió nuestro enfoque»
«Si me autorizó a publicarlo, puedo concluir que al menos entendió nuestro enfoque».







