(InfoCatólica) El Papa León XIV presidió este domingo 7 de septiembre en la Plaza de San Pedro la canonización de Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati, en la primera ceremonia de este tipo de su pontificado, que reunió a más de 70.000 fieles procedentes de Italia y de numerosos países. La celebración fue seguida con gran expectación, tanto por la juventud católica como por comunidades parroquiales y movimientos laicales de todo el mundo.
Carlo Acutis, fallecido en 2006 a los 15 años por una leucemia fulminante, es conocido como el «ciberapóstol de la Eucaristía» por haber utilizado internet para difundir el amor a Jesús sacramentado a través de una exposición virtual sobre milagros eucarísticos. Con su canonización, se convierte en el primer santo milenial.
Pier Giorgio Frassati, que murió en 1925 con solo 24 años, destacó por su vida de intensa espiritualidad, su alegría contagiosa y su compromiso con los más pobres y enfermos de su ciudad natal, Turín, donde fue apodado por sus contemporáneos como «el hombre de las ocho bienaventuranzas».
En su homilía, León XIV citó las frases de los nuevos santos: «No yo, sino Dios», de Acutis, y «Si tienes a Dios en el centro, alcanzarás el fin», de Frassati. El Pontífice insistió en que sus vidas son testimonio de que la santidad es posible hoy y exhortó especialmente a los jóvenes a asumir un papel activo en la evangelización y a no conformarse con una fe superficial.
Las causas de ambos fueron concluidas tras el reconocimiento de milagros atribuidos a su intercesión. En el caso de Acutis, el segundo milagro aprobado fue la curación de una joven en Costa Rica, mientras que para Frassati se reconoció en 2024 la curación de un enfermo. La fecha de la canonización había sido fijada en junio, después de posponerse tras el fallecimiento del papa Francisco, y desde entonces fue preparada con una intensa peregrinación espiritual por miles de fieles en Asís y Turín.
Tras la canonización, se espera que las tumbas de Carlo Acutis en Asís y de Pier Giorgio Frassati en Turín se conviertan en centros de peregrinación internacional, en particular para los jóvenes. León XIV pidió que su ejemplo inspire a toda la Iglesia a vivir con radicalidad la fe, la caridad y la esperanza, destacando que «Carlo y Pier Giorgio nos enseñan que la santidad no es un privilegio de unos pocos, sino una vocación abierta a todos los bautizados».
Este acto marca un hito en el inicio del pontificado de León XIV y ofrece a la Iglesia universal dos modelos de santidad juvenil y laical. Carlo Acutis simboliza el encuentro entre la cultura digital y la fe eucarística, mientras que Frassati representa la fuerza transformadora de la caridad y el compromiso social vividos en fidelidad al Evangelio. Ambos ponen de manifiesto que la santidad puede florecer en la vida ordinaria y en los desafíos del presente, confirmando la actualidad del mensaje cristiano para las nuevas generaciones.







