(InfoCatólica) En la víspera del histórico desfile de la Macchina di Santa Rosa, las fuerzas del orden italianas detuvieron en Viterbo a dos hombres de origen turco, de 21 y 31 años, tras hallarlos en una pensión con un fusil de asalto, una pistola semiautomática y abundante munición. La intervención se produjo alrededor de las 6 de la tarde, horas antes del inicio de la procesión que recorre las calles medievales de la ciudad.
La operación fue rápidamente destacada por las autoridades: la primera ministra Giorgia Meloni y el ministro del Interior Matteo Piantedosi elogiaron la eficacia policial, que garantizó el desarrollo seguro del acto, declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Entre los asistentes estaba el ministro de Asuntos Exteriores y vicepresidente del Gobierno, Antonio Tajani, cuya seguridad fue reforzada durante el desifle
La hipótesis inicial de un posible atentado terrorista no ha sido confirmada. Los investigadores apuntan principalmente a una operación vinculada al tráfico de armas o al intento de facilitar la fuga de un jefe mafioso turco arrestado previamente en Viterbo. En paralelo, se efectuó otro allanamiento en Montefiascone, donde fueron detenidas cinco personas más con documentos vinculados a los primeros arrestados.
Como medida de seguridad excepcional, las autoridades decidieron mantener encendidas las luces públicas —cuando tradicionalmente se apagan para resaltar la iluminación de la Macchina— y desplegaron equipos de fuerzas especiales, francotiradores y perros de explosivos a lo largo del recorrido. A pesar de cierta inquietud entre la población, la procesión continuó sin incidentes y concluyó con normalidad bajo un dispositivo de seguridad reforzado.
En honor a Santa Rosa
El desfile de la Macchina di Santa Rosa es la gran fiesta de Viterbo (Lacio, Italia), que se celebra cada 3 de septiembre en honor a Santa Rosa de Viterbo, patrona de la ciudad.
La protagonista es la «Macchina», una torre luminosa de unos 30 metros de altura y cerca de cinco toneladas de peso, que representa de manera simbólica el fervor del pueblo hacia la santa. La estructura, renovada cada pocos años con diseños distintos, está hecha de metal, yeso y materiales ligeros, cubierta de esculturas, símbolos religiosos y cientos de luces.
El momento central es el traslado nocturno de la Macchina por las calles medievales de Viterbo. Un grupo de unos 100 hombres llamados “Facchini di Santa Rosa” (cargadores) la transporta a hombros por un recorrido de aproximadamente un kilómetro, que atraviesa callejuelas estrechas, plazas y rampas, hasta llegar al Santuario de Santa Rosa.
Todo se hace en silencio, acompañado solo por la luz de la Macchina y las oraciones de la multitud. Tradicionalmente, la ciudad apaga el alumbrado público para que resalte aún más la iluminación de la torre, lo que da al desfile un ambiente solemne y espectacular.
La fiesta tiene origen en el siglo XIII, cuando la joven Rosa, terciaria franciscana, murió con apenas 18 años dejando fama de santidad. En 1258, sus restos fueron trasladados en procesión hasta el monasterio donde reposan actualmente, y desde entonces la ciudad conmemora ese gesto con el desfile.
En 2013, la UNESCO declaró el transporte de la Macchina di Santa Rosa Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, dentro del grupo de «las grandes máquinas a hombros» de varias ciudades italianas.







