Los obispos belgas organizan una colecta para cubrir los gastos pendientes del viaje de Francisco

Falta 800.000 euros

Los obispos belgas organizan una colecta para cubrir los gastos pendientes del viaje de Francisco

Casi un año después de la visita del papa Francisco a Bélgica, la Iglesia en el país europeo ha necesitado lanzar una nueva colecta para cubrir los gastos pendientes. En una carta dirigida a las parroquias, los obispos de Bélgica han anunciado que «todavía quedan 800.000 euros por reunir» para saldar los gastos relacionados con el viaje del Sumo Pontífice argentino.

(Cathobel/InfoCatólica) Para cerrar este presupuesto, se organizará una colecta especial en todas las iglesias del país el fin de semana del 20 y 21 de septiembre. La visita del papa movilizó importantes medios logísticos y financieros: alquiler del estadio Rey Balduino para acoger gratuitamente a 45.000 fieles, retransmisiones audiovisuales destinadas a los medios belgas e internacionales, así como la seguridad y organización de los distintos eventos. La parte pastoral de la visita fue financiada en gran parte por donaciones: el año pasado se lograron recaudar cerca de dos millones de euros. Pero, a pesar de esta generosidad, una parte de la factura queda aún por cubrir.

Dicen que es habitual

Para el portavoz francófono de los obispos, esta iniciativa es totalmente habitual: «Sí, queda un importe de 800.000 euros por reunir. Por supuesto, se han pagado las facturas de los proveedores de servicios». 

Patrick du Bois, responsable de la logística durante la visita papal, añade: «las autoridades belgas y las cadenas públicas (VRT y RTBF), así como las universidades que están en el origen de la invitación, hicieron todas lo estrictamente mínimo en cuanto a contribución financiera».

También compara la financiación belga con la de otros países: «En Marsella o en Ajaccio, las autoridades francesas en todos los niveles, incluyendo France 2, y algunos grandes patrocinadores cubrieron un presupuesto comparable al de Bélgica. Empresarios generosos como Vincent Bolloré o Rodolphe Saadé donaron cientos de miles de euros a las diócesis de Marsella o Ajaccio». Bélgica no ha podido contar con semejantes mecenas, «razón por la cual, señala Patrick du Bois, la gran masa de los fieles católicos han sido y siguen siendo solicitados. Estos generosos donantes belgas de 20, 50 o 1.000 EUR merecen nuestro agradecimiento».

Se pide los fieles un esfuerzo final

Con este nuevo llamamiento, la Iglesia belga espera cubrir el déficit y cerrar definitivamente las cuentas de un evento que marcó a la comunidad católica, pero que también puso a prueba sus finanzas. «Para este tipo de evento —considera Tommy Scholtes— es totalmente habitual volver a dirigirse a quienes pudieron vivir esa misa o la celebración de la Palabra en Koekelberg».

El portavoz de la Conferencia Episcopal belga subraya también que estas colectas especiales no son una excepción: «Se organizan varias anualmente en las parroquias para distintas causas, como por ejemplo los más necesitados, ya sea aquí o más lejos, durante el Adviento o la Cuaresma, o también para la educación especial de niños con discapacidad». Y añade con optimismo: «Si los practicantes habituales en las iglesias durante los fines de semana dan cada uno 3 o 4 euros, la suma esperada se alcanzará fácilmente».

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