(LSN/InfoCatólica) Robert “Robin” Westman, abrió fuego en la iglesia en la madrugada del 27 de agosto, matando a dos niños y dejando 17 heridos en el lugar antes de quitarse la vida.
Sus videos en internet descubiertos poco después muestran una amplia gama de opiniones extremas, incluyendo el deseo de la muerte del presidente Donald Trump, odio hacia el cristianismo, los judíos y la religión en general, una fascinación con los francotiradores escolares y el deseo de aterrorizar a los niños; e incluso arrepentimiento por su propia “transición”:
«Ojalá nunca me hubiera lavado el cerebro» y «Ojalá fuera una chica[;] solo sé que no puedo lograr ese cuerpo con la tecnología que tenemos hoy. Además, no puedo permitírmelo».
Su madre es Mary Grace Westman, una exempleada retirada de la Anunciación. En 2020, ella presentó una solicitud para que su hijo cambiara su nombre de “Robert” a “Robin” porque él «se identifica como mujer y quiere que su nombre refleje esa identificación».
Esto llevó a muchos a culparla por apoyar su cambio de género, exacerbando así sus problemas mentales en lugar de tratarlos. Sin embargo, el diario de Westman también culpa a su madre porque no le apoyó en su transición
«Tus palabras, madre, me hicieron permanecer en mi incomodidad, incapaz de pedir ayuda para evitar admitir la derrota», escribió. «Tenías razón, mamá, pero la forma en que lo manejaste me llevó a querer matar a tantas, tantas personas».
«Cuando le conté por primera vez a mi madre, ella fue MUY contraria. Realmente me hizo odiarme a mí mismo y pensar que nunca sería lo suficientemente bueno», continuó Westman. «Recuerdo un día, ella dijo algo como: ‘En el futuro mirarás hacia atrás y te sentirás ridículo por lo que sientes que eres por dentro. Te arrepentirás de esto’. ¡Pues adivina qué, mamá! Me arrepiento de haber nacido».
Activista provida
El 31 de agosto, el periodista independiente Andy Ngo informó que habló con un conocido de la familia Westman, quien relató que, de los padres, quienes se divorciaron por diferencias en la crianza, fue el padre, James Allen Westman, quien apoyó la “transición” de su hijo.
«Mary Grace era muy conservadora y Jim no lo era», dijo la persona. Ella había estado involucrada en activismo pro-vida y había dado a luz a muchos hijos. «Debido a esta dinámica, los hijos siempre acudían a espaldas de Mary Grace a Jim para obtener aprobación de cosas que ella no aprobaba».
«Pero la fuente cree que la señora Westman estaba bajo una presión inmensa —de profesionales, médicos y familia— todos advirtiéndole que, si no firmaba, su hijo se suicidaría», añadió Ngo. «Esta amenaza es una línea conocida del lobby trans: transiciona o suicídate».






