(InfoCatólica) En una entrevista concedida a Andrea Tornielli, el Patriarca explica la postura de su iglesia:
«En Nicea, se decidió que era importante presenciar la resurrección de Cristo el mismo día, en todo el mundo conocido entonces. Desafortunadamente, diversas circunstancias históricas han descarrilado las recomendaciones del Concilio. No nos corresponde juzgar lo sucedido, pero aún hoy entendemos que, para ser creíbles como cristianos, debemos celebrar la resurrección del Salvador el mismo día. Junto con el difunto Papa Francisco, nombramos una comisión para estudiar el tema. Hemos iniciado un diálogo. Sin embargo, existen diferentes sensibilidades entre las Iglesias y, por lo tanto, nuestra tarea también es evitar nuevas divisiones. Para la Iglesia Ortodoxa, lo establecido por un concilio ecuménico solo puede ser modificado por otro concilio ecuménico. No obstante, todos estamos dispuestos a escuchar al Espíritu, quien, creemos, nos ha mostrado este mismo año lo esencial que es unificar la fecha de la Pascua».
En septiembre de 2024, durante una Synaxis de obispos del Patriarcado Ecuménico, se expresó el deseo de aprovechar futuras coincidencias pascuales para avanzar en la cuestión. La referencia de Bartolomé a la comisión conjunta sitúa el asunto en una fase técnica y de consulta, sin decisiones definitivas.
Nicea
El Concilio de Nicea I (325) abordó la cuestión y estableció la observancia común de la Pascua en toda la Iglesia, indicando que debía celebrarse en domingo y no coincidir con la Pascua judía. Encargó además a la sede de Alejandría el cálculo anual y su comunicación a las demás Iglesias.
No obstante, el concilio no dejó un canon conservado con una fórmula astronómica detallada. La regla que suele citarse —celebrar la Pascua el primer domingo después de la primera luna llena posterior al equinoccio de primavera— se consolidó como práctica a partir del cómputo eclesiástico de Alejandría y de las tablas pascuales posteriores.
Ningún otro concilio ecuménico ha promulgado después una nueva fijación de la fecha o un método alternativo de cómputo. Las diferencias actuales entre Oriente y Occidente derivan del calendario y del paschalion empleados (gregoriano en Occidente; juliano y método alejandrino en la mayoría de Iglesias ortodoxas).







