(InfoCatólica) La monumental estatua de Juana de Arco, situada frente a la iglesia Sainte‑Jeanne‑d’Arc en Niza, continuará presidiendo la plaza después de que la Corte de Apelación de Marsella fallara a favor del Ayuntamiento el pasado 17 de julio. Esta sentencia revierte el dictamen del Tribunal Administrativo de Niza, que en enero de 2025 había ordenado su retirada por considerar que el encargo no cumplía con las exigencias legales de contratación pública.
La obra, concebida por el colectivo Atelier Missor, es una escultura ecuestre de bronce dorado de cinco metros de altura y nueve toneladas de peso. Fue instalada en dos fases a finales de 2024 y supuso un coste de 170.000 euros para las arcas municipales. Desde su inauguración, la figura ha suscitado tanto admiración como polémica. Por un lado, los defensores la consideran un homenaje a un icono histórico y religioso francés; por otro, críticos y asociaciones de vecinos denunciaron la falta de transparencia en el proceso de adjudicación y la ausencia de un concurso público.
Christian Estrosi, alcalde de Niza y artífice del proyecto, no ocultó su satisfacción tras conocerse el fallo. «Esta es una victoria para el patrimonio, para la memoria histórica y para la libertad de expresión artística», declaró. El regidor había defendido en reiteradas ocasiones que la estatua de Juana de Arco simboliza la unidad de Francia y fortalece la identidad cultural de la ciudad.
Por su parte, los artistas de Atelier Missor acogieron la sentencia con alivio. En un comunicado, manifestaron que la decisión «reconoce la legitimidad de una obra que nació de la pasión por la historia y el arte».
Desde la oposición municipal se critica que la gestión del proyecto por parte del equipo de gobierno fue «opaca y negligente» y advierten que estudian otras vías legales para exigir responsabilidades. Asociaciones laicistas también han mostrado su desacuerdo, al considerar que una estatua de fuerte connotación religiosa no debería ocupar un espacio público prominente.
Mientras tanto, la escultura se ha convertido en un inesperado atractivo turístico. Visitantes y fieles se congregan a diario en la plaza para fotografiar la imponente figura de la santa guerrera, reforzando su papel como nuevo símbolo de la ciudad.
La sentencia de la Corte de Apelación, aunque firme en esta instancia, no impide que puedan presentarse recursos ante instancias superiores.